Les agradecería publicar una preocupación que comparto con otras personas con VIH que nos atendemos en el servicio de infectología del Hospital Vargas.
Tenemos excelentes médicos, pero el lugar está muy deteriorado: desde hace 3 meses no hay agua en los baños y lavamanos porque la bomba de agua está dañada, no hay rollos de papel para camillas, los asientos en la sala de espera están rotos o en muy mal estado, y creo que no pintan las paredes desde que abrieron este servicio hace ya varios años.
Además, no hay dotación de vacunas, y los médicos nos las ponen solo cuando las consiguen por donación. Ellos hacen lo que pueden, pero no entiendo cómo se deja deteriorar así la infraestructura de un servicio tan importante.
Agradecemos mucho su mensaje, que se suma a las denuncias realizadas por diversos sectores respecto de las graves fallas que afectan al sistema de salud pública.
Lo más grave a nuestro entender es que ha ocurrido un sostenido proceso de privatización de la salud, en la medida en que las personas, incluso las de más escasos recursos económicos, han tenido que adquirir pólizas de seguros para poder ser atendidas con calidad en clínicas privadas.
De hecho, no deja de ser paradójico que uno de los reclamos reiterados de empleados públicos sea el de exigir de sus instituciones buena cobertura de seguros de HCM, porque saben del severo deterioro de los hospitales públicos y de lo limitado de los servicios en los Centros de Diagnóstico Integral (CDI).
Vale la pena además recordar que en 2009 ya el ex Presidente Chávez reconocía que de los cerca de 8.000 módulos planificados de Barrio Adentro, solo unos 900 funcionaban adecuadamente.
Hace apenas unos meses visitamos el hospital El Algodonal y, por ejemplo, el baño público de acceso a las distintas alas no tenía luz, las paredes estaban oscuras por la cantidad de grafiti, y toda la grifería estaba rota.
Mientras esto ocurre, hace apenas unos días se intentó cerrar una clínica privada por 20 días de manera arbitraria, medida que a nuestro entender intentaba desviar la atención de hechos graves ocurridos en el ámbito público, que afectaron al Jefe de Bomberos del Distrito Capital.
Las autoridades del Ministerio de Salud, los directores de los hospitales públicos, los parlamentarios que deben velar por la asignación y uso de fondos en materia de salud pública, entre otros funcionarios, son responsables de la afectación de los derechos a la salud y la vida de personas con VIH o con otras condiciones de salud complejas.
Desviar la atención hacia los centros de salud privada o tratar de excusarse por problemas presupuestarios, no les exime del cumplimiento de sus responsabilidades y obligaciones constitucionales.
Quince años más de vida.
Investigaciones realizadas con cerca de 23.000 personas con VIH, presentadas en la reciente conferencia de la International AIDS Society, revelaron que, con tratamiento, una persona de 20 años que hoy contraiga el VIH llegaría a 80 años o más. (El Universal, 22.07.13)
Acción Solidaria
Centro de Información Nacional de VIH/Sida: (0212) 952.2009
www.accionsolidaria.info
