Historias cotidianas de la vulneración de derechos de las mujeres con VIH.Esta semana recibimos información acerca de distintas situaciones que deben enfrentar cotidianamente las mujeres con VIH, que evidencian la afectación de sus derechos a la salud y la vida: la primera, debe realizarse de urgencia una intervención quirúrgica en un hospital público, pero debe proveer de guantes quirúrgicos al equipo médico que realizará la operación.

Se trata de una mujer de escasos recursos y por ello llamó al Programa Nacional de VIH/Sida, donde le indicaron que no los tienen y que debía llamar a organizaciones con servicio en VIH o comprarlos. La segunda, dará a luz en un mes, también en un hospital público, y le piden llevar el «kit» para este tipo de intervenciones, con el que este hospital tampoco cuenta. Llamó al Programa Nacional de VIH/Sida, e igualmente le informaron que no los tienen y que debe conseguirlo por su cuenta. A la tercera, una joven de 20 años, luego de que su salud fuera deteriorándose desde hace un año, finalmente le indican prueba de detección del VIH, la cual resulta reactiva.

Más allá de que el uso de los tales «kits» para intervenciones solo ha servido para discriminar a las mujeres y otras personas con VIH y negarles o retrasar operaciones urgentes o de rutina cuando no se consiguen, es evidente la incapacidad de quienes integran el Programa Nacional de VIH/Sida

De sus pruebas de control, solo recibió los resultados de la de CD4, pues no había reactivos en el Instituto Nacional de Higiene «Rafael Rangel» para la de carga viral. Por haber pasado tanto tiempo sin recibir la atención adecuada, la joven tiene hoy apenas 9 CD4 y está además afectada por la toxoplasmosis, que no puede tratarse adecuadamente porque en el país no hay pirimetamina.

Son tres historias indignantes, de tres mujeres de distintas edades, de escasos recursos, quienes, con rabia la primera, frustración la segunda, y miedo la tercera, solicitaron información y apoyo. 

Más allá de que el uso de los tales «kits» para intervenciones solo ha servido para discriminar a las mujeres y otras personas con VIH y negarles o retrasar operaciones urgentes o de rutina cuando no se consiguen, es evidente la incapacidad de quienes integran el Programa Nacional de VIH/Sida y de las autoridades del Ministerio de Salud para garantizar el derecho a la salud y la vida de las personas con VIH, así como el derecho a la información y a las herramientas de prevención para la población en su conjunto.

Ejercicio: la mejor terapia para manejar los efectos adversos de los tratamientos. Nelson Vergel, venezolano radicado en Houston desde hace muchos años, y dedicado a trabajar en temas de calidad de vida desde su diagnóstico como persona con VIH hace 25 años, nos hizo llegar copia de su más reciente publicación, referida a los beneficios del ejercicio físico para las personas con VIH.

Explica Nelson que el ejercicio «conlleva numerosos beneficios para las personas con VIH. Además de la evidente mejora de la autoimagen, el nivel de energía y estado mental, diversos estudios han demostrado que también actúa de forma positiva sobre la composición corporal, el metabolismo y el estado de ánimo».

http://gtt-vih.org/actualizate/lo_mas_positivo/lmp51/ejercicio_manejo de efectos secundarios. 

Centro de Información Nacional de VIH/Sida: 0212-952-2009 

www.accionsolidaria.info [email protected]

@fjreyna

(Feliciano Reyna, El Universal, 06.07.12)

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