Ministerio de Salud, ¿del poder popular? El término “poder popular” incluido en la denominación de los distintos ministerios no deja de ser solo eso, un término, vacío de contenido, tanto en lo que se refiere a la participación de las personas en el diseño e implementación de políticas públicas, como en cuanto al ejercicio de contraloría sobre la gestión pública. En el ámbito de la salud en general, y dentro de él en el área del VIH/Sida, ha sido evidente este vacío: desde hace dos años y medio, las organizaciones y asociaciones de personas con VIH vienen alertando acerca del deterioro en la respuesta pública nacional al VIH/Sida, no solo respecto del componente de prevención, sino sobre todo en cuanto a los aspectos que son parte de la atención integral en salud para las personas con VIH.

Como lo hemos planteado en alguna columna anterior, sería ideal que las autoridades del Ministerio de Salud pasaran si quiera un día en alguna de las organizaciones o atendiendo las llamadas del Centro de Información Nacional de VIH/Sida, para que comprendieran el impacto que sus decisiones inconsultas y la falta de información tienen sobre la salud y el bienestar físico y mental de las personas con VIH y sus familias.

Estos llamados de atención han sido ignorados o, cuando finalmente ha tenido lugar alguna reunión para exponer los problemas y proponer soluciones, los planteamientos de organizaciones y personas con VIH no han sido tomados en cuenta.

De allí la larga lista de fallas que ahora se han agravado, contenidas en el documento que hicieron circular la semana pasada, a las cuales nos referimos en nuestra columna anterior. Quizá el ejemplo actual que de manera más clara demuestra el menosprecio de las autoridades de salud hacia las personas con VIH, y la falacia del “poder popular”, es la decisión de cambiar el antirretroviral Videx EC ® que compone el esquema de tratamiento de cerca de 5.000 personas, sin haber informado previamente a éstas, ni a las organizaciones y asociaciones que promueven y defienden sus derechos.

La medida se informó a médicos tratantes después de que el producto se había agotado y cuando ya se había generado la situación de incertidumbre entre las personas afectadas.

Se dice que este producto va a ser sustituido por un antirretroviral genérico, pero hasta ahora no tenemos información oficial al respecto. Como lo hemos planteado en alguna columna anterior, sería ideal que las autoridades del Ministerio de Salud pasaran si quiera un día en alguna de las organizaciones o atendiendo las llamadas del Centro de Información Nacional de VIH/Sida, para que comprendieran el impacto que sus decisiones inconsultas y la falta de información tienen sobre la salud y el bienestar físico y mental de las personas con VIH y sus familias. Cuando escribíamos esta columna, nos informaron que la doctora Miriam Morales, viceministra de Salud, llamó a una reunión para el miércoles 18. Esperamos que en esta oportunidad la doctora Morales dé respuestas concretas a las demandas de las organizaciones; la salud y la vida de miles de personas están en juego.

Leí que hay un nuevo kit para hacerse la prueba de VIH en la casa, ¿saben si se consigue en Venezuela? Aún no pero, en nuestra opinión, sería muy contraproducente promover este tipo de pruebas en nuestro país. Las asesorías personales, antes y después de hacerse la prueba, son fundamentales, sobre todo en caso de que el resultado sea reactivo.

Acción Solidaria Centro de Información Nacional de VIH/Sida: 0212-952.2009

[email protected] (Feliciano Reyna, El Universal, 17.07.12)

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