La Respuesta Nacional al VIH/Sida en el nuevo período de gobierno. Cuando sea publicada esta columna (escrita el jueves 18), Nicolás Maduro habrá sido juramentado como Presidente de la República y en el ejercicio de su cargo será responsable de enfrentar cantidad de tareas pendientes, muy complejas, en lo que se refiere a la vigencia de los derechos humanos en Venezuela -incluyendo el área del VIH/Sida.
No tenemos ninguna duda de que el camino que hemos transitado hasta ahora no ha producido los resultados esperados en cuanto a la garantía y respeto de los derechos humanos, ni respecto de la sociedad en su conjunto ni en lo que atañe al ámbito del VIH/Sida.
Esto ha sido consecuencia del desvío del marco constitucional de protección, a partir del desconocimiento de la voluntad popular que rechazó la propuesta de reforma en 2007, y del conjunto de medidas tomadas para intentar imponer a la sociedad venezolana el llamado «Estado Comunal», discriminatorio y excluyente, incompatible con el estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia establecido en la Constitución.
Uno de los aspectos que más ha afectado la posibilidad de crear las condiciones para el ejercicio y disfrute de los derechos humanos ha sido la falta de reconocimiento de las organizaciones de la sociedad civil, en sus múltiples y diversas expresiones, como interlocutoras para el análisis, diseño e implementación de políticas públicas y programas que permitan dar solución a los problemas que más afectan a las personas, en particular en lo que se refiere a sus derechos económicos, sociales y culturales. El incremento sostenido de las protestas es señal de un grave deterioro en áreas como el trabajo, la vivienda, la salud y la seguridad personal, que requieren de un esfuerzo concertado y sostenido para su solución.
Las organizaciones de sociedad civil, que trabajan con y por las personas más vulnerables a la afectación de derechos humanos, tienen experiencias y conocimientos que no pueden ser desestimados, si realmente se tiene como fin la creación de las condiciones para que toda persona viva dignamente. Las personas con VIH también han sido víctimas del modelo excluyente, puesto que la falta de diálogo e interlocución con sectores vitales para fortalecer la respuesta nacional, entre ellos organizaciones y activistas, ha incidido en el deterioro sostenido de los servicios de atención de la salud pública y del programa de acceso a tratamientos, así como en la falta de políticas efectivas de prevención y el establecimiento de un marco que proteja a las personas con VIH del estigma y la discriminación.
Los resultados electorales evidencian que la convivencia pacífica y la gobernabilidad exigen retomar el camino constitucional, es decir, el ejercicio democrático del gobierno, el respeto al pluralismo y al derecho a la no discriminación, así como la separación de poderes, la independencia del sistema de justicia y el reconocimiento a los sistemas internacionales de protección de derechos humanos.
Acción Solidaria
Centro de Información Nacional de VIH/Sida: (0212) 952.2009
www.accionsolidaria.info
[email protected] (El Universal, 22.04.13)
Típico artículo con título engañoso para verter su intencionalidad opositora. Pero le sugiero al «sesudo» articulista se de un conversadita con los grupos como «La araña feminista» y los diferentes grupos de defensa de la género diversidad que solo han logrado hacer vida pública en este (segun usted) «gobierno excluyente». Para que conozca el apoyo que se le brinda a quienes padecen de VIH y otras direrentes padecimientos similares que requieren de tratamiento de alto costo