Finaliza un año y comienza el otro con fallas en la entrega de antirretrovirales. En los días finales de 2012 y los primeros de 2013, en Acción Solidaria se recibieron denuncias telefónicas y solicitudes personales de donación de los medicamentos raltegravir (Isentress®), pues no lo había en la farmacia del Ambulatorio de la UCV, y de la combinación de abacavir y lamivudina (Kivexa®), de la que no disponían en la farmacia del Centro de Inmunología de San Bernardino. La falta de algún antirretroviral implica que el tratamiento deba interrumpirse -pues tomarlo incompleto puede implicar que el VIH se haga resistente a los antirretrovirales que componen ese tratamiento- con las consecuencias que esto tiene para la salud física y mental de las personas con VIH. Agradecemos a nuestros lectores de otros estados informarnos en caso de que también estén enfrentando estas mismas fallas en el acceso a tratamientos y pruebas de control.
Temas pendientes para 2013. Copiamos casi textualmente el contenido de nuestra columna de apertura del año 2012, porque el Ministerio de Salud sigue con los mismos temas pendientes: «Imaginamos que tanto en las reuniones de trabajo para el Informe sobre la implementación de las declaraciones de compromisos, como en lo que se avance en la definición del Plan Estratégico Nacional iniciada el año pasado (2011), se tocarán algunos de los asuntos que a continuación señalaremos como imprescindibles para dar una respuesta adecuada al VIH/Sida en Venezuela: a pesar de lo elementales que son, a 30 años de haberse detectado el primer caso en nuestro país, no se ha hecho una investigación cuantitativa, ‘en el terreno’, para conocer la cantidad de personas que podrían tener el VIH en el país (prevalencia) y, por tanto, tampoco se conoce cómo crece el número de personas que contrae el VIH anualmente (incidencia). Es decir, no se tiene la ‘estructura’ sobre la cual poder construir una respuesta pública realmente adecuada. Tampoco se han realizado estudios amplios sobre comportamiento, actitudes, percepciones, conocimiento, acerca de la sexualidad y el VIH. Se cuenta solamente con algunos esfuerzos privados que no constituyen muestras representativas, ni del país ni de las poblaciones objetivo. No se han hecho campañas públicas sostenidas para informar, prevenir y promover la no discriminación, basadas en los datos de los que se dispone: la mayoría afectada la constituyen hombres gay o que tienen relaciones sexuales con otros hombres, pero de esto no se habla desde el sector público. Continúan realizándose pruebas de detección ilegalmente a quienes solicitan empleo, tanto en el sector público como en el privado, y se niega el derecho al trabajo cuando resultan reactivas. Es imperativo que cesen las fallas en la provisión de antirretrovirales y de reactivos para la realización de pruebas de control». Fuera del programa de acceso a tratamientos y a pruebas -sus fallas recurrentes-, los demás componentes siguen ausentes.
Acción Solidaria
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[email protected] (El Universal, 11.01.13)