Lo más condenable del acto de trasmisión de mando del Ministerio de la Defensa sin duda fueron las palabras del comandante de la parada militar del acto, General de Brigada Antonio Benavides, Comandante del Regional N° 5 de la Guardia Nacional, cuando en su saludo al jefe de Estado y delante de los representantes de todos los poderes públicos incorporó la consigna «Rumbo al a la consolidación de la Revolución Bolivariana el 7 de octubre de 2012».
Las palabras del G/B Antonio Benavides tienen que ser condenadas por el país pero más que eso, deben advertir que esta trayectoria de declaraciones emprendidas por el G/J Henry Rangel Silva en noviembre de 2010 están diseñadas para amedrentar e intimidar a los venezolanos de cara a los comicios electorales de octubre próximo y que sólo un puñado de generales radicales apoyan en el seno de la Fuerza Armada Nacional.
La única respuesta posible frente a estos generales es una votación sobradamente mayoritaria el 7 de octubre de 2012, que saque del poder a Hugo Chávez Frías y que enfrente a estos militares que han violado la Constitución al dilema de atreverse a aplastar la decisión de un pueblo, sabiendo que no encontrarán apoyo en subalternos.
En un país democrático con plena independencia de poderes públicos, estas declaraciones y consignas que han venido siendo realizadas por un grupo muy reducido de generales, significarían la inmediata separación de su cargo de estos militares y la apertura de un consejo de investigación que derivaría, no me cabe la menor duda, en la judicialización en una corte marcial de estos personajes por el delito de rebelión militar, previsto en el artículo 476 del Código Orgánico de Justicia Militar, que acarrea penas hasta de 30 años de presidio y expulsión de la Fuerza Armada Nacional, previa degradación. Pudiendo configurar también esta amenaza que vienen realizando de desconocimiento de la soberanía popular una instigación a delinquir.
Las expresiones emitidas por el G/J Henry Rangel Silva el 8 de noviembre de 2010: «La hipótesis (de un gobierno de la oposición) es difícil, sería vender al país, eso no lo va a aceptar la gente, la FAN no, y el pueblo menos».
Reiteradas en un escrito dirigido a los integrantes de la Fuerza Armada Nacional, con motivo del Bicentenario de la Independencia el 5 de julio de 2011 con estas palabras: «Somos los llamados a consolidar la lucha revolucionaria, no podemos permitir que nos regresen a las tinieblas, mantengamos el rumbo».
Y declaraciones como las del hoy Director de la Dirección de Inteligencia Militar (DIM), G/B Wilfredo Figueroa Chacín, el 2 de agosto de 2011, cuando señaló: «No aceptaremos ningún otro comandante», junto a las de ahora de Benavides Torres, sólo indican que un reducido grupo de oficiales radicales e inmorales son los dispuestos a violar la Constitución de cara a las elecciones presidenciales del 2012, tal como está quedando demostrado en las propias narices de los poderes públicos nacionales con competencia para hacer cesar este agravio a la Nación. (Rocío San Miguel, Tal Cual, 19.01.12)