La responsabilidad sobre el encarcelamiento y supervisión de los reclusos en Canadá corresponde a gobiernos provinciales/territoriales y federales. Usualmente, las personas procesadas son mantenidas en celdas operadas por los gobiernos provinciales/territoriales. Aquellos sentenciados por menos de dos años son llevados a una prision operada provincialmente. Los condenados por dos o mas años, normalmente son mantenidos en cárceles federales.
En el período 2007-2008, cerca de 5.000 condenados fueron admitidos en una carcel federal. En 2005-2006, aproximadamente 78.100 condenados fueron admitidos en una prision provincial.
Las provincias mantienen un sistema que separa a jovenes (entre 12 y 17 años) que han delinquido. En algunos casos, tienen que cumplir parte de su sentencia en un centro penitenciario común y aquellos condenados por asesinato reciben sentencia de adulto. Es posible que en estos casos cumplan parte de su condena, hasta que tengan 21 años en una instalacion provincial para jovenes.
Todos los sentenciados federalmente, primero son ingresados en centros de detención locales, provinciales o territoriales, donde ellos tienen el derecho de apelar (recurso que debe ser interpuesto dentro del plazo de 30 dias desde el fallo, aunque la corte puede extender dicho plazo), despues son transferidos a una cárcel federal para que cumplan su sentencia.
Tanto los gobiernos provinciales/territoriales, como el federal, tienen significativos programas de libertad condicional. Muy pocas personas cumplen la condena completa en prisión. La mayoria obtiene este beneficio luego de cumplir cierta parte de la sentencia. La mayoria es elegible para la libertad condicional luego de cumplir un tercio de la sentencia.
Tuve la oportunidad de visitar las cárceles de Millhaven Institution (Máxima seguridad), Collins Bay Institution (mediana seguridad) y Pittsburgh Institution (minima seguridad) Tenemos mucho que aprender sobre los programas que deben aplicarse por tipo de delito y peligrosidad. Debemos seguir muy de cerca el modelo canadiense.
Ojalá las construcciones de cárceles que han sido anunciadas sean escogidas por un modelo arquitectónico vinculado al objetivo de la reinserción, pero lo más importante, a su personal, sin ellos olvídense, porque las cárceles son su personal y otras cosas más. Sin contar con este activo, no se cumplirá el fin de la pena. (Humberto Prado, Tal Cual, 31.10.12)