La semana pasada fue asesinado el Jefe de Régimen José Antonio Tovar, del Internado Judicial de Barinas. Desde que salió de su trabajo, minutos antes de las nueve de la mañana, dos sicarios en moto se encargaron de seguirlo. Cuando el jefe de custodia y su acompañante transitaban en plena urbanización Andrés Bello, por la calle Bolívar, el par de sujetos se acercaron peligrosamente. Tovar se percató que lo venían siguiendo y vio cuando uno de ellos (el parrillero) sacó una pistola, «de manera que lo que se le ocurrió fue embestir a la moto para sacarlos de la acción», señaló un testigo.
Agregó que el jefe de Régimen logró lo planificado, pues el par de pillos se desplomó con la moto.
Pero el segundo objetivo no salió bien, ya que Tovar pretendió retroceder en lo inmediato para arrollar a sus asesinos, perdió el control y chocó de retroceso con un poste de electricidad. El amigo de Tovar huyó despavorido, mientras él trató de hacer lo mismo por la puerta de copiloto. Es allí donde el matón, tras levantarse, lo espera y le propina cuatro balazos que lo dejan moribundo. Es socorrido por paramédicos del Cuerpo de Bomberos Municipales que lo trasladan al Hospital Dr. Luis Razetti, donde fallece a los pocos minutos de haber ingresado.
Y para completar, en este mismo establecimiento se encuentran un aproximado de 150 familiares en cautiverio en la torre de máxima seguridad del penal, tras un día de que resultaran secuestradas (o auto secuestradas), en una nueva manifestación que tiene como punto de honor la inmediata destitución del director de ese centro cancelario. Aquí estimados lectores, al parecer, la actual administración no ha puesto en funcionamiento un mecanismo de seguridad para los funcionarios que día a día ponen en peligro sus vidas.
Como todos recordaran, van la Directora encargada del penal de Mérida, la Directora del anexo de damas del Centro Penitenciario de Occidente, mejor conocido como Santa Ana, y ahora este Jefe de Régimen de la Cárcel de Barinas, y la pregunta de las mil lochas, si no pueden proteger a sus propios funcionarios, ¿cómo esperan proteger a la población reclusa? La cárcel de Tocuyito vuelve a ser noticia y es que la lucha por el control del reclusorio ante la llegada de presos de otros penales del país fue lo que, en el Internado Judicial de Carabobo en Tocuyito, provocó el motín en la cual murieron cinco reclusos. Ricardo Hernández (30), Ronnys Bernardo Rodríguez (30), Keiber Alberto Castillo Gutiérrez (22) y Carlos Rafael Toro Arteaga (22) y un quinto reo que no fue identificado; fueron los fallecidos que entraron a la morgue de la Ciudad Hospitalaria Dr. Enrique Tejera (Chet) de Valencia. Algunos de ellos llegaron con vida a la emergencia del centro asistencial, aunque posteriormente murieron debido a las múltiples heridas infringidas con armas de fuego y armas blancas.
En lo que va del 2012 en la Cárcel de Tocuyito se ha registrado la muerte de 28 reclusos. 5 fallecieron en enero, 3 en febrero e igual número en marzo, 2 en abril, 4 en mayo, 1 en junio, 5 en julio y los 5 privados de libertad asesinados este lunes 6 de agosto. Ministra, ¿cuántos seres humanos más deben seguir siendo asesinados? Aquí no se trata de que las ONGs sólo dicen lo malo, pero entre los planes que ellas desarrollan está el derecho a la vida, y ahí es donde usted debe fijar sus inquietudes, hacia la Vida. Esto no es un problema que se resuelve con buenas intenciones, sino con experticia y gerencia, cuestión que ha demostrado no poseer. (Tal Cual, 15.08.12)