En un principio, tratarse cualquier condición de salud con un médico no era un derecho. Quien tenía los medios económicos para hacerlo se trataba, quien no, padecía los sufrimientos de su situación. Las medicinas, los tratamientos, las terapias las asumía el doliente.
Pero la humanidad avanzó y consideró que no había justicia en aquella situación y en 1948 se declaró mediante la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH), que toda persona tenía derecho a un nivel de vida adecuado para lo cual debe ver, entre otras cosas, asegurada la salud.
Venezuela estuvo entre los primeros países en suscribir la DUDH, significando esto el primer paso a la universalización de los derechos humanos, entre ellos, el derecho a la salud.
La constitución nacional de 1999 contempla la necesidad de amparar el derecho a la salud, considerándola como una obligación del Estado y como parte del derecho a la vida.
Consecuencia de esto, para proteger la vida y proteger la salud se establecieron en la constitución ciertas garantías que en estos últimos tiempos parecen sólo constar por escrito.
Por ejemplo en el artículo 84 de la Constitución se establece que, el “sistema nacional de salud dará prioridad a la promoción de la salud y a la prevención de las enfermedades, garantizando tratamiento oportuno y rehabilitación de calidad”.
Esto significa que una persona con condición positiva del virus del VIH, puede acceder a un diagnostico confiable de su situación y al tratamiento correspondiente para mantenerse sano.
Actualmente quienes trabajan con el tema de VIH, denuncian la imposibilidad de acceder a un diagnostico oportuno, pues no hay los insumos necesarios para practicar los mismos, así mismo denunciaron que quienes se encuentran bajo tratamiento no pueden acceder a este de forma oportuna, lo cual con el tiempo desmejora su salud viéndose irremediablemente comprometida su vida.
Este ejemplo no es más que el reflejo de la grave crisis en que se encuentra el sistema de salud, es un caso más que demuestra que no hay insumos, que no hay financiamiento suficiente, que no hay compromiso en la implementación de políticas públicas de salud entre otras carencias.
Es necesario atender la salud, defenderla es un compromiso con la vida.