Llamado de Alerta al Programa Nacional de VIH/Sida. Desde hace dos semanas, tanto en el Centro de Información de VIH/Sida como a través de mensajes de nuestros lectores, desde distintas partes del país se nos ha informado que no se consigue la pirimetamina en ningún servicio de salud pública ni en farmacias privadas.
Esta medicina es vital para las personas con toxoplasmosis, una condición que podría afectar a cualquier persona, pero que está incluida entre las llamadas “infecciones oportunistas” en materia de VIH/Sida, porque puede afectar severamente a las personas con sistemas inmunológicos comprometidos a causa de la infección por el VIH.
La falla en la provisión de la pirimetamina es una muestra más de la falta de planificación de la compra de medicinas por parte del Ministerio de Salud e implica, como en el caso de las interrupciones sistemáticas en la entrega de antirretrovirales, una vulneración de los derechos a la salud y la vida de las personas con VIH.
He leído que la circuncisión masculina ayuda a prevenir la transmisión del VIH, ¿podrían explicar por qué? Aunque no existe una respuesta definitiva, una de las explicaciones posibles es que el prepucio -la piel que recubre el glande o “cabeza” del pene- contiene células que son blanco del VIH para iniciar el proceso de infección.
La extirpación del prepucio eliminaría estas células y, por lo tanto, reduciría significativamente la posibilidad de contraer el VIH por esta vía.
Según la publicación “Circuncisión masculina segura, voluntaria e informada: una oportunidad para reducir el riesgo de VIH” (Onusida, 2007), “En todo el mundo, la prevalencia del VIH suele ser menor en las poblaciones que practican la circuncisión masculina que en aquellas donde la mayoría de los varones son incircuncisos.
Esto se ha observado durante los años de la epidemia”. Esto fue confirmado por medio de tres ensayos cuyos resultados fueron dados a conocer entre 2005 y 2006, que demostraron que “la circuncisión masculina reduce en un 60% la transmisión del VIH de mujeres a varones circuncisos”.
Es muy importante notar que la reducción del riesgo se refiere a la transmisión de la mujer al hombre y, según la publicación, “debería utilizarse junto con otras estrategias conocidas para prevenir que los hombres contraigan la infección por el VIH por vía heterosexual”.
Aunque estos resultados son significativos, quienes proponen la circuncisión masculina como una política pública insisten en que no proporciona una protección completa contra la infección por el VIH, y subrayan que los varones con VIH circuncisos pueden transmitir el virus a sus parejas sexuales.
Además, “no hay evidencia sólida de que la circuncisión masculina reduzca el riesgo de transmisión a una pareja femenina, ni de que reduzca el riesgo de transmisión del VIH durante las relaciones anales con una pareja receptora, masculina o femenina. (www.unaids.org/es/resources/unaidspublications/2007/)
Acción Solidaria Centro de Información Nacional de VIH/Sida: (0212) 952.2009 (Feliciano Reyna, El Universal, 24.01.11)