Las acciones iniciadas el 15 de julio de 2010 para verificar la identidad y las causas de la muerte de nuestro Libertador, trascendieron el hecho científico mismo, por cuanto más allá de cumplir dicho propósito se alcanzó uno más loable: reencontrar al pueblo venezolano con el Padre de la Patria.
Siempre existió la necesidad de determinar que el cadáver que se encuentra en el Panteón Nacional corresponde al de Simón Bolívar, porque desde hace 170 años, cuando su cuerpo fue repatriado a Venezuela, hubo dudas sobre si se trataba realmente del Padre de la Patria.
Cada año se le rendían homenajes en el Panteón Nacional y cada año persistía la duda sobre si sus restos realmente se encontraban allí.
Era una deuda histórica que había que saldar, y debemos reconocer el empeño y el impulso que el Presidente de la República, Hugo Chávez, le dio a esta misión por la verdad, lo que nos ha permitido hoy saber que realmente el Padre Bolívar está entre nosotros, en la Patria que tanto amó.
Y es que tener esa certeza, científicamente sustentada, ha fortalecido la identidad del pueblo y la conciencia patria.
Pero no sólo la identidad, también este acontecimiento histórico fortaleció nuestros valores de libertad e independencia: el saber que el cuerpo de Simón Bolívar permanece allí, vibrando con toda esa energía que le impulsó en la gran gesta de liberar nuestra Patria, es realmente inspirador para todos los venezolanos.
Con la investigación realizada en diversos laboratorios, entre los que se incluyen los laboratorios de la Unidad Criminalística del Ministerio Público, no existen dudas al respecto y, en consecuencia, tenemos la convicción de que Bolívar ahora más que nunca nos pertenece, porque Bolívar es Venezuela, es nuestra idiosincrasia: nuestra forma de ser y de comportarnos ante el mundo.
Por ello, especial reconocimiento merecen los hombres y mujeres, científicos e investigadores del Ministerio Público, CICPC, IVIC, la UCV y el IDEA, quienes con la máxima dedicación y verdadero amor hicieron realidad esta gran misión.
Con todos estos actos nos reencontramos con nuestro Libertador y así, como lo hizo él en el Monte Sacro por nosotros, debemos jurar ante él no descansar hasta ver a nuestra Patria plena de justicia y paz, porque la libertad y la independencia las hemos alcanzado, pero seguimos consolidándolas con nuestro pueblo.
Fiscal General de la República