luisa pernalete¿Qué conversación del venezolano común no comienza hoy con el último reporte de la escasez? “Vengo de dos colas para comprar leche”, comentó mi amigo de  una ONG de DDHH, y por ahí nos fuimos todos los presentes en la reunión. “Vecinos: hay jabón en el super de Los Olivos”, fue el primer mensaje del chat del condominio. “¡Están limitando los cepillos de diente!”, alertó una compañera de trabajo al llegar esta mañana.

Es verdad, “la cola nuestra de cada día”  mantiene  nuestro cerebro ocupado en la próxima cola, pero la vida sigue y no podemos anclarnos las 24 horas es este punto. Necesitamos pensar más allá aun estando parados en la fila correspondiente.

Más allá de las colas, los venezolanos tenemos que insistir en que los DDHH no aceptan discriminación. La historia de Marina me dejó pensativa: “Después de horas de cola en Caricuao, la supervisora del supermercado le dijo a la cajera que  no me facturara porque era una sifrina.” No sabe de dónde lo sacó esa idea, ¿Sería porque  llevaba unos lentes oscuros? Ella vive en La Vega, Caracas, pero aún, si fuera “la sifrina de Caurimare”  tiene derecho a comprar productos regulados. Igual pasa con los extranjeros que no tengan cédula, se le podrá negar el derecho al voto, pero no a la alimentación.

Más allá de las colas, estamos comenzando el año escolar. Los maestros no podemos pagar con los alumnos el problema de la escasez. Si no hemos  conseguido café debemos hacer un esfuerzo para sonreír a los alumnos, hacer ejercicios de risoterapia frente al espejo,  no proyectar a inocentes nuestra rabia, cansancio. No servirá de nada y ellos no tienen la culpa. De paso,  sonreír y reír debe estar en nuestra agenda diaria, por ellos y por nosotros. Recuerden: ¡Que las toxinas no maten nuestras endorfinas!

Más allá de las colas, tenemos que organizarnos para que los niños más pequeños no paguen  la factura  por no estar tomando leche. No se trata de nuestro “marroncito”, lo que está en juego es el presente y el futuro de ellos. El gobierno tiene que encontrar soluciones efectivas a este  derecho vulnerado y nosotros debemos exigirlo. Los nutrientes de la leche son necesarios incluso para  su rendimiento escolar, para aprender. Las autoridades tiene que permitir que los que podemos viajar podamos llevar a nuestros familiares y conocidos leche para los niños y niñas. No me pueden prohibir que sea solidaria.

Más allá de las colas, o como parte del problema de las colas, están las erradas políticas económicas y hay que pedir que enderecen la economía. La frontera no es el problema, aunque haya que ordenar esas líneas entre países. ¿O es que se va a cerrar el espacio aéreo para que en Caracas no haya escasez? El gobierno ha ensayado soluciones que no han servido y olvida las causas profundas. Hay que mirar lo que ha generado el bachaquero.

Más allá de las colas tenemos unas relaciones ácidas que debemos dulcificar, tender puentes con vecinos aunque sus franelas sean distintas a las nuestras, trabajar para parar la fábrica de adolescentes víctimas y victimarios, como suele recordar Gloria Perdomo en sus intervenciones, ¿habrá que derogar esa reforma legal de la LOPNNA? Tenemos problemas serios que ameritan nuestra atención y que las colas nos lo hacen postergar agravando la situación.

Más allá de las colas, viene un proceso electoral en diciembre. ¿Vamos a esperar el 6 para ser ciudadanos? Propongo que busquemos a los candidatos de nuestro circuito, de todos los lados, los convoquemos a reuniones para que demuestren que saben para qué sirve la Asamblea Nacional para que demuestren que conocen los problemas del  estado o del circuito, para que nos escuchen, para que no digan que no se lo dijimos.

Luisa Pernalete

@luisaconpaz

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