luisa pernaleteSi una mujer reforma un vestido es para que le quede mejor, para se adapte adecuadamente a la nueva talla que tiene. Si uno reforma su casa es para ampliarla para las nuevas necesidades. Si una ley se reforma se supone que es para responder mejor a los fines para los cuales fue creada. Por eso no entiendo el sentido de la reforma parcial de la Lopnna publicada en Gaceta Oficial Nº 6.185 el pasado martes 9 de junio en materia penal. ¿Va a mejorar la suerte de los adolescentes en problemas con la ley? ¿Impedirá que nuevos muchachos menores de 18 años incrementen el número de bandas delictivas? Me temo que no.

Comencemos por el enredo que significa que no queda claro quién es el último responsable de estos adolescentes. Créame, ni Gloria Perdomo -súper experta en políticas públicas de niños y adolescentes- lo entiende, pero no somos sólo ustedes y yo los que no entendemos, ya el Comité de Derechos del Niño de Ginebra, expertos internacionales, se lo preguntaron a la delegación venezolana cuando rindió el examen el año pasado. No está claro.

Las organizaciones de la Red de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes (Redhnna), de la cual Fe y Alegría es parte, advirtió al defensor del Pueblo y a su equipo sobre estas y otras objeciones a la reforma

A decir verdad ni los niños ni los adolescentes, ni la sociedad ha salido beneficiada con las dos reformas que ha tenido la Lopnna. Con la anterior -la del 2007- se restó participación a la sociedad, lo que era un derecho y un deber, a pesar de estar contemplado en la Ley. En esta reforma, entre otras objeciones, se le asignan a los consejos comunales unas responsabilidades que a nuestro juicio no están en condiciones de cumplirlas, como es el de definir y diseñar políticas para los adolescentes que hayan cometido delitos menores que no ameriten privación de libertad. Miren, ya lidiar con adolescentes es algo difícil para cualquiera, ahora dígame usted ayudar a los que tienen problemas de conducta.

Eso es complejo, no se improvisa, mucho más cuando estamos ante un Sistema de Protección muy débil. Por dar un ejemplo, ¿Saben cuántos psicólogos hay en el Consejo de Protección de Caroní? ¡Uno! Una chica muy buena por cierto pero una persona para todo el municipio ¿A dónde van a ir los miembros de los consejos comunales a buscar orientación? ¿Dónde están los equipos interdisciplinarios que puedan asesorar a consejos comunales para esta difícil tarea? ¿No le toca al Estado? ¿Se puede desentender de este deber? Incluso es un peligro para esos vecinos, ellos viven ahí. ¿Qué pasa si los adolescentes no cumplen con las sanciones impuestas? De veras, esto no es juego.

Las organizaciones de la Red de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes (Redhnna), de la cual Fe y Alegría es parte, advirtió al defensor del Pueblo y a su equipo sobre estas y otras objeciones a la reforma. ¿No les dio tiempo de aconsejar al Ejecutivo? ¿En serio la reforma será para bien de los adolescentes? ¿No será mejor hablar menos de prevención y hacer más?. 

@luisaconpaz

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