PROVEA constató el descenso en un 80,2% de las pensiones de vejez ordinarias, otorgadas por el IVSS el año pasado, y verificó la precariedad informativa respecto a la cantidad de personas beneficiadas por la Gran Misión En Amor Mayor Venezuela (GMAMV). Así lo señala la edición 2014 del Informe Anual de PROVEA sobre la situación de los derechos humanos en el país.
PROVEA constató que una vez más la información suministrada por la Memoria y Cuenta del Ministerio para el Proceso Social de Trabajo no ofrece cifras detalladas y desagregadas sobre la población que disfruta pensiones, lo que dificulta la contraloría social sobre el derecho a la seguridad social en Venezuela. Reporta además que existe disparidad entre las cantidades difundidas por las autoridades públicas en medios de comunicación y las registradas en el informe de gestión del organismo.
De acuerdo con publicaciones del IVSS en la prensa nacional, durante 2014 habrían sido pensionadas por vejez según la Ley del Seguro Social (régimen contributivo) solo 18.936 personas. Esta cantidad es inferior a la de 2013, cuando resultaron beneficiadas 95.858 personas. Ello representa una reducción equivalente a 76.922 personas menos.
Sobre la GMAMV, que otorga pensiones de vejez a quienes no pueden cotizar y están en situación de pobreza, la información oficial no reporta cifras para 2014, mientras refiere haber cubierto -desde su creación en 2012- más de medio millón de personas.
Estas constataciones de la investigación anual sobre el estado del derecho humano a la seguridad social en Venezuela, conllevan a PROVEA a concluir que la reducción en el otorgamiento de las pensiones ordinarias explican la razón por la cual en la misma PROVEA se registró, durante el año pasado, un elevado número de denuncias de personas víctimas de la mora injustificada en el pago y trámite de pensiones regulares.
Reporta PROVEA que el Comité de Pensionados y Jubilados del IVSS, cuestionó la eliminación de los listados de nuevos pensionados por la GMAMV, publicados en la prensa nacional desde hace años, pues ello dificulta la información. Ahora la gente más pobre de la tercera edad en Venezuela, debe consultar un portal digital para saber si le fue aprobada su pensión social. El portal generalmente no funciona, representa un mecanismo no adaptado a sus capacidades y en el interior del país, por efecto de los apagones, es más difícil contar con el servicio de internet.
En definitiva, por vía de la reducción real del número de pensiones ordinarias otorgadas en 2014 y por efecto de la falta de información, con respecto a las pensiones sociales de la GMAMV, el ámbito de cobertura de las pensiones de vejez en Venezuela está objetivamente cada vez más afectado.
En el caso de las pensiones ordinarias, que corresponden a quienes han cotizado, su retraso no se justifica ya que existen recursos presupuestarios para su financiamiento.
Un dato adicional en cuanto a las limitaciones que sigue acusando la seguridad social venezolana, guarda relación con su base contributiva que es la afiliación. En este sentido, si bien PROVEA verificó que en 2014 se incorporaron nuevas personas cotizantes pertenecientes a la categoría de trabajadores y trabajadoras no dependientes, el INE ubicó la población laboral del sector informal -que incluye esta tipología laboral- en 5.403.837 personas.
Esta disparidad es otra demostración de la crisis estructural que caracteriza a la seguridad social venezolana, una de cuyas fuentes de sustento es la existencia de empleo decente conforme a los estándares de la OIT.
Por todo ello, en el país seguimos con una seguridad social muy lejana de cumplir con los principios de universalidad previstos en la Constitución.