“Mano dura” o “plomo al hampa” son distintas posiciones adoptadas por algunos sectores de la sociedad venezolana a propósito de la violencia causada con armas de fuego; sin embargo, para la Organización de las Naciones Unidas, las medidas represivas no solucionan el problema. El Estado venezolano, firme en su posición de implementar soluciones de carácter estructural, avanza en la construcción de una política de control de armas, municiones y desarme —avalada por estándares internacionales.

 

William Godnick, coordinador del Programa de Seguridad Pública y Centro Regional de las Naciones Unidas para la Paz, el Desarme y el Desarrollo en América Latina y el Caribe, en su visita al país en el mes de enero, con motivo a su participación en el Seminario Internacional organizado por la Comisión Presidencial para el Control de Armas, Municiones y Desarme, aseveró: “‘Plomo al hampa’ no puede ser una respuesta del Estado ante el problema de la violencia. Sería sencillo, ilegal e inmoral”. Aseguró, asimismo, que esta realidad no sólo arropa a Venezuela sino también a toda América Latina, que clama soluciones.

 

Por su parte, el diputado salvadoreño Benito Lara, del Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN), explica que en su país, por ejemplo, la implementación de una política restrictiva por parte del Estado no garantizó sino el aumento de los homicidios. “En 2003 se produjeron cerca de dos mil muertes, y para el 2010 se registraron cuatro mil”.

 

Según datos ofrecidos por Lara, las cárceles en El Salvador se han saturado en un 300%. El sistema penitenciario no tiene la capacidad real para tantos reclusos. La delincuencia tuvo un incremento significativo casi en todos los delitos. Maras y pandillas perfeccionaron su organización y su accionar llegando a tener mayor control territorial. Se acrecentó, además, el narcomenudeo y las extorsiones.

 

Para William Godnick esta exigencia “de mano dura” por parte de los pueblos obedece al desespero. “La gente está frustrada y asustada. Está reaccionando sobre esa base”. Para finalizar, aclara: “No ejercer mano dura no quiere decir no apoyar la aplicación del Estado de Derecho y la ley”.

 

Respaldo internacional

En mayo de 2011, se crea la Comisión Presidencial para el Control de Armas, Municiones y Desarme en Venezuela. Con este anuncio, el país cumple con una de las recomendaciones para la implementación de una estrategia integral de reducción de la violencia armada y tráfico de armas, según lo establece el Programa de Seguridad Pública y Centro Regional de las Naciones Unidas para la Paz, el Desarme y el Desarrollo en América Latina y el Caribe.

 

Según el programa, en América Latina existen comisiones establecidas formalmente que permiten a los Estados garantizar un enfoque integral para el control de las armas y municiones. Así lo reconoció William Godnick. “Hay varias de esta naturaleza, en varios países de la región, pero ninguna con la inversión humana y económica que tiene la de Venezuela”.

 

El especialista recomendó: “Dos conjuntos de medidas que se tienen que tomar. Uno dirigido hacia el control de las armas en circulación nacional y otro a nivel comunitario para reducir la violencia armada en coyunturas específicas”.

 

Según lo establecido por los estándares internaciones en la materia, todo indica que Venezuela va por buen camino. En base a estas recomendaciones, desde el seno de la Comisión Presidencial, se han anunciado un conjunto de medias para prohibir porte de armas en espacios públicos, como por ejemplo, en terminales de pasajeros. También reglamentos que controlarán la importación y la comercialización de armas y municiones, así como planes de desarme voluntario.

Red de Apoyo por la Justicia y la paz. 11.05.2012

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