Si en pocas palabras tuviese que caracterizarse en gobierno del presidente Nicolás Maduro en materia de derechos humanos estamos obligados a firmar que es un total fracaso. Tanto en derechos sociales, como en civiles y políticos. Para ser justos hay que decir también que heredó de la gestión del presidente Chávez innumerable déficit.
Una evaluación integral de la situación de derechos humanos nos indica que estamos ante una situación de regresividad en el disfrute de derechos. Por razones de espacio nos centraremos en el análisis de los derechos sociales.
Tras un avance importante en la construcción de viviendas en los años 2011 y 2012, en el año de gestión de Nicolás Maduro se produjo una desaceleración que unido a hechos de corrupción en la adjudicación de vivienda da como resultado que todavía haya cientos de familias en refugios esperando la solución habitacional prometida.
Un análisis de los servicios públicos de salud nos arroja un resultado más negativo. La población Venezolana es objeto de severas limitaciones para disponer de garantías mínimas de atención a sus necesidades de salud llegando al punto de comprometer la integridad física y la vida de diversos grupos de personas. El Presidente prometió transformar en positivo los hospitales del país y un año después siguen en crisis. Además las políticas preventivas vienen fallando tanto que problemáticas como el dengue o la tuberculosis repuntan.
La inflación de 56,2% es un golpe directo a la familia venezolana sobre todo las más pobres si tomamos en consideración que la inflación en alimentos fue superior al 70 por ciento y las familias de menos recursos invierten sus ingresos principalmente en alimentos.
Se suma a ello la escasez de alimentos con el sufrimiento de tener que soportar inmensas colas para adquirir algún producto. Y además adquirirlo a veces al doble o triple de su precio.
Servicios públicos como la electricidad que dependen del Ejecutivo Nacional funcionan con tal nivel de deficiencia principalmente en el interior que terminan afectando de manera muy negativa la calidad de vida de la población.
La situación de los pueblos indígenas es deprimente. Y en esta gestión se profundizó principalmente en lo referente a la contaminación de sus territorios a través de la minería ilegal, igualmente la legal y mediante la contaminación permanente de la industria petrolera problema que es de vieja data.
Un gobierno que se define obrerista y mantiene una abierta política antisindical criminalizando el ejercicio consecuente de la libertad sindical. Que obstaculiza la discusión de las convenciones colectivas principalmente en el sector público impidiendo así que los y las trabajadoras mejoren sus condiciones de vida.
Salvo en el derecho a la educación y derecho a la tierra hay algunos resultados positivos.
En definitiva los resultados del gobierno del Presidente Nicolàs Maduro en materia de garantizar el disfrute de los derechos sociales es en lo esencial negativo.