Marino AlvaradoEl gobierno nacional a través del Ministerio del Poder Popular para la Educación convocó a la realización de una consulta sobre la calidad de la educación en el país.

Saludamos esa iniciativa pues indica que se empieza desde el Estado a tomar conciencia de la necesidad de investigar y evaluar cuál es el grado de la  calidad de la educación que se imparte actualmente en el país.

Según el Ministerio la consulta está dirigida a la más amplia discusión acerca de la educación que queremos y la búsqueda de elementos comunes que nos permitan avanzar hacia una educación de mayor calidad en el marco de la construcción de una sociedad igualitaria, libre, plural, solidaria, participativa y profundamente democrática.

Entre los resultados que debe dejar la consulta se plantean líneas orientadoras para la formulación del currículo, la formulación de políticas educativas nacionales y la transformación del sistema educativo.

Luego de los avances que se han dado en los últimos tres lustros en materia de inclusión en el campo educativo es indispensable sin duda poner la lula en la calidad de la educación.

Desafortunadamente se avanzó en cuanto a garantizar un número mayor de personas al sistema educativo y se subestimó lo referente a la calidad.

Si bien la consulta tiene un conjunto de limitaciones entre ellas que prácticamente se evaluará la educación básica, no por ello se le puede restar importancia.

Ojalá la experiencia que se adquiera sirva para avanzar hacia una evaluación de la educación universitaria el sector donde más ha crecido la matricula en los últimos 15 años. Mientras que de 1997 a 2011 la matricula escolar en los niveles inicial, primaria y media creció un 33%, la educación universitaria creció de 1997 al año 2010 la significativa cifra de 203%. De 756.000 estudiantes universitarios que había en 1997 para el año 2010 cursaban estudios universitarios. 2.294.000 estudiantes.

Ahora bien, esta oportunidad debe ser aprovechada por todos y todas quienes sentimos interés porque mejore la educación.  Pero para quesea exitosa es fundamental que no caiga en las redes de la polarización existente en el país.

Y en ello la responsabilidad fundamental es del gobierno nacional que tiene la obligación de garantizar la mayor amplitud y pluralidad. Quien tiene el deber de no contaminar la consulta con un  proselitismo ilegal que aleje a quienes muestran disposición a participar. Requiere igualmente cumplir con el principio de transparencia enunciado por el Ministerio y mantener informada a la población de la evolución de la consulta.

Respeto las opiniones de quienes tienen mucha desconfianza en esta consulta. Hay razones para que la tengan, pero también hay que decir que es posible que en medio de las diferencias políticas, explorar puntos de vista comunes y con ellos contribuir en beneficios de nuestros niños, niñas y adolescentes dar un salto positivo en la educación en Venezuela.

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