En el marco de la visita que realicé a Canadá como parte del premio de derechos humanos que me otorgó la Embajada de Canadá en Venezuela y el Centro de Derechos Humanos de la Universidad Central de Venezuela, me reuní con dirigentes sindicales, estudiantiles, académicos, colegas de organizaciones de derechos humanos y funcionarios
El jueves 26 de febrero tuve la oportunidad de realizar en Montreal una interesante reunión con Jonathan Bouchard, presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios de Québec. La federación afilia a más de 125.000 estudiantes. Al llegar a la sede me reciben varios líderes estudiantiles quienes trabajaban arduamente en labores de propaganda preparando una marcha que de manera exitosa se realizó dos días después.
En el año 2012 los estudiantes universitarios realizaron durante varios meses con protestas en el día y en la noche una unitaria, masiva y audaz lucha contra el aumento de la matricula en las universidades.
A diferencia de Venezuela, donde la educación universitaria pública es gratuita desde 1870, en Canadá se paga. El rechazo al aumento de la matricula culminó con un gran victoria que obligó, incluso, un cambio de gobierno. El nuevo gobierno entre sus primeras acciones derogó tales aumentos. Sin embargo, al regresar al poder político quienes fueron desplazados como consecuencias de las luchas estudiantiles retomaron la medida de aumentar las matriculas. Como en el 2012 pero con menos intensidad, por ahora, los estudiantes se encuentran en permanente movilización.
Pero los estudiantes no estuvieron solos en esa lucha. Contaron con el apoyo de poderosas centrales sindicales. Hoy en día organizaciones sindicales y estudiantiles han conformado un amplio frente de lucha no solo contra el aumento de las matriculas en las universidades sino para rechazar aumentos en los servicios públicos y por la defensa de variados derechos de los y las trabajadoras.
En reunión sostenida el miércoles 25 de febrero con sindicalistas del Centro Internacional de Solidaridad Obrera nos hablaban con emoción de esa alianza que han logrado conformar con el movimiento estudiantil y cómo el apoyo mutuo ha dado resultados positivos para la defensa de los derechos sociales.
Sin duda esa experiencia es un ejemplo que deberían seguir líderes sociales en Venezuela. En el país hay una intensa protesta social. Excluyendo las protestas del primer semestre de 2014 que tuvieron una connotación especial, solo desde 2009 a 2013 hubo en Venezuela un total de 21.439 protestas más del 70% relacionada a reclamos por derechos sociales. Pero una característica de la protestas en el país es su dispersión.
En Venezuela los vínculos entre el movimiento sindical y estudiantil son casi inexistentes. Esporádicas reuniones que se realizan para asuntos muy concretos en determinadas coyunturas sin que exista un programa mínimo de acción común que muy bien pudiese existir. Incluso, las propias organizaciones sindicales y estudiantiles entre ellas mismas tienen muchas dificultades para coordinarse.
Por ello, el ejemplo de las luchas unitarias populares en Québec, Canadá, es una experiencia que líderes sociales en Venezuela deberían conocer y en la medida de sus posibilidades aprender de sus aspectos positivos. Bien lo dijo el cantor del pueblo Alí Primera: «Mientras la lucha se disperse no habrá victoria popular en el combate».
@marinoalvarado
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