marino alvaradoUna de las principales actividades que realizan las organizaciones de derechos humanos en el país es atender a las víctimas de violaciones a los derechos humanos. Personas detenidas arbitrariamente en algún operativo policial o en una manifestación, familiares de alguna persona ejecutada por la policía, jubilados a quienes se les niega el derecho a la jubilación, sindicalistas a quienes se les viola el fuero policial, funcionarios policiales a quienes se les viola el derecho a la defensa en procedimientos administrativos, soldados torturados en prácticas militares, personas con enfermedades crónicas que no consiguen sus medicamentos, familias víctimas de desalojos forzosos. Tal es la diversidad de personas y distintas las causas por las cuales acuden a una organización para solicitar asesoría y apoyo.

Analizados los problemas que exponen las personas afectadas, los y las activistas de derechos humanos envían comunicaciones a organismos competentes, interponen recursos administrativos, redactan e interponen demandas civiles, administrativas, laborales, acciones de amparo constitucional. Preparan la defensa de algún estudiante o sindicalista criminalizado por ejercer su derecho a manifestar o a la huelga. Cuando funcionarios del Estado abren espacios para el diálogo, los integrantes de las organizaciones acompañan a las víctimas para que expongan sus problemas.

Pero además los y las activistas contribuyen para que las víctimas se organicen y se les capacita en conceptos básicos de derechos humanos y en herramientas elementales para exigir derechos y reclamar justicia.

Cada organización tiene su campo de acción porque es imposible abarcar la atención de múltiples violaciones. Así las hay quienes luchan contra la discriminación y por los derechos de las personas LGBT, algunas defienden derechos laborales, otras trabajan por el derecho a la salud, por la defensa del ambiente, los intereses y derechos de niñas, niños y adolescentes, por la igualdad de oportunidades para las mujeres, por los derechos de las personas privadas de libertad, contra la tortura y los abusos de la policía.

Pero las organizaciones también coordinan iniciativas para incidir de manera conjunta, por ejemplo, en una propuesta de ley, o en una acción judicial o simplemente para dar capacitación. Hay coaliciones formadas como el Foro por la Vida que agrupa a más de 19 organizaciones a nivel nacional o la Red que trabaja con niños y niñas y la que dedica sus esfuerzos a mejorar el sistema público de salud.

Por realizar esa labor en apoyo a individuos o colectivos generalmente de muy bajos recursos y por exigir justicia y luchar contra la impunidad funcionarios diversos del gobierno y de otras instituciones del Estado descalifican el trabajo de las ONG de derechos humanos, colocan obstáculos, amenazan y las algunas ocasiones agreden a los y las activistas.

En general los y las integrantes de las organizaciones de derechos humanos no se intimidan, muestran voluntad para afrontar las adversidades y realizan un esfuerzo para ser cada vez mejores.

Con esa actitud y con ese compromiso asistimos recientemente a una reunión en Guatemala donde además participaron integrantes de Foro Penal, Provea, Sin Mordaza, Redes entre otras de Venezuela. Junto a integrantes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la Asociación Americana de Abogados y algunas individualidades expertas en Derechos Humanos, debatimos como mejorar nuestro trabajo y algunas iniciativas a desarrollar para que impere la democracia y la justicia social en nuestro país y en la Región.

Las organizaciones de Derechos Humanos son esenciales para toda persona afectada en sus derechos y fundamentales para garantizar más y mejor democracia.

Marino Alvarado Betancourt

@marinoalvarado

www.derechos.org.ve

 

 

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *