Presidente Nicolás Maduro usted viene públicamente asumiendo el compromiso de trabajar para lograr la pacificación del país. Lo acompaño en ese propósito. Es necesario para el presente y el futuro del país.
Para cumplir ese objetivo es fundamental sumar la mayor cantidad de personas y colectivos. No bastan las instituciones del Estado. Hay que incorporar a las organizaciones sociales comunitarias, a las organizaciones no gubernamentales de desarrollo, de derechos humanos, de mujeres, los colegios profesionales, a los empresarios, a los sindicatos a las distintas iglesias entre otros sectores de nuestra sociedad. Estoy seguro que son muchos los hombres y mujeres de este país dispuestos a dar su aporte.
Pero una condición esencial para sumarlos es el respeto y la existencia de condiciones favorables para que quien participe desde sus posibilidades y capacidades lo haga sin temor de ser estigmatizado.
Ello no será posible mientras se hagan llamados a la pacificación con un lenguaje de guerra. Un paso serio y responsable que Usted Presidente debe dar para empezar con buen pie es eliminar de su discurso la permanente amenaza a quienes piensan distinto al gobierno.
Las reiteradas amenazas no contribuyen a crear un ambiente favorable a la tolerancia y al diálogo.
Revise Usted sus discursos de los últimos meses y observe la cantidad de palabras usadas para descalificar a empresarios, sindicalistas y políticos. Revise las redes sociales que usan los principales dirigentes de su partido y encontrará miles de mensajes con todo tipo de insultos que no son precisamente los que contribuyen a generar un clima a favor de esa pacificación.
Empiece entonces por rectificar en la palabra y sume a su equipo de gestión y dirigentes de su partido.
Oriente los diversos medios públicos de información que controla su gobierno a que participen fomentando una cultura de paz y tolerancia. Evalúe el lenguaje que usan a diario periódicos como Ciudad Caracas y el Correo del Orinoco y los mensajes que se transmiten en Venezolana de Televisión usando infinidad de calificativos contra quienes son críticos al gobierno.
Comparto que se exhorte a los medios privados a contribuir en ese proceso de pacificación y para que ese llamado sea más efectivo empiece por dar el ejemplo con los medios públicos.
Todas y todos podemos contribuir a implantar esa cultura de paz en el país, pero la responsabilidad es desigual. Es al gobierno y a las instituciones del Estado a quienes les corresponde liderar ese proceso.
Un proceso que promueva el diálogo, la tolerancia, el respeto, la solución pacífica y democrática de los conflictos.
Y no se trata de que no haya debate, contradicción, polémica o conflicto. Todas son incluso necesarias en democracia. Se trata es de promover que se canalicen sin violencia, con respeto.
Usted tiene una gran oportunidad. No sume más fracasos y desilusión, apuéstele al éxito y con seguridad los hombres y mujeres de este país se lo agradecerán.