Reafirmado el presidente Hugo Chávez como presidente de la República para los próximos seis años, presentamos algunas sugerencias para mejorar la situación de los derechos humanos en el país.
El presidente se ha comprometido públicamente a realizar un mejor gobierno, lo cual de por sí significa reconocer que hay fallas y limitaciones.
Pero a su vez expresa una voluntad de adoptar medidas para garantizar una gestión pública más eficiente. Y ello debería significar en atender asuntos preocupantes en materia de derechos humanos.
1.-Mejorar Gran Misión Vivienda Venezuela. Esta Misión ha significado un salto importante del gobierno en una de las áreas donde por más de una década demostró enorme deficiencia. Y el compromiso debería ser fortalecerla para lo cual proponemos: publicar listados de beneficiarios de adjudicación; coordinar con los municipios respetando zonificaciones; extenderla al reordenamiento integral de barrios; hacer públicos los convenios internacionales y facilitar la contraloría social de los mismos; dar impulso a la vivienda pública para alquilar.
2.-Atender crisis del sector salud. No se puede seguir negando la crisis en el sector salud y las limitaciones de Barrio Adentro. Hay que avanzar en la creación de un Sistema Nacional Integrado de Salud incorporando a gobiernos regionales y locales. Se requiere impulsar la promulgación de la Ley de Salud en mora desde hace 10 años. Fortalecer el sistema preventivo de salud. Garantizar una atención a la salud universal y de gestión descentralizada, accesible y oportuna, de acuerdo con los estándares internacionales, y las políticas de prevención, acceso a bienes y servicios, y de calidad de vida asociadas a la salud.
3.-Seguridad ciudadana. La Misión a Toda Vida está teóricamente bien concebida con visión integral y democrática. Se requerirá voluntad política para materializar las metas en los lapsos establecidos muchos de ellos ya retrasados. Pero fundamentalmente es necesario convocar a todos los sectores del país que puedan aportar a la solución y ello pasa por incorporar de manera sincera a gobernadores y alcaldes sin distinción política. Requiere además un combate intenso a la impunidad e intensificar el proceso de reorganización de las policías del país pensadas al servicio de la ciudadanía y no de parcialidades políticas.
4.-Crisis carcelaria: Aquí el primer punto de partida es reconocer el fracaso hasta el momento. En esta problemática las llamadas tres “R” son esenciales. Como en el anterior es fundamental dar cabida a todos y todas quienes puedan aportar. Continuar con el sectarismo y exclusión no ayuda. Hay que elaborar un Plan Nacional de Reordenamiento y mejora del Sistema Penitenciario y cumplir con el artículo 272 de la Constitución que establece la descentralización.
5.-Cese a la criminalización de la protesta social. El descontento social debe atenderse por vías democráticas, priorizando la solución pacífica de conflictos y escuchar los reclamos de la población.