Marino AlvaradoEl pasado 16.02.2013 el Vicepresidente Nicolás Maduro anunció la intervención del Hospital de Coche. La misma se realiza como respuesta a una ejemplar protesta realizada de manera unitaria por pacientes y personal de la institución. Es decir, un hospital que está bajo responsabilidad del Ejecutivo Nacional es intervenido por el Ejecutivo. Curioso el asunto, pero no sorprendente. La razón, la grave crisis de dicho centro médico.

La Memoria y Cuenta del Ministerio de Salud indicaba hace siete años  que se remodelarían y modernizarían 150 hospitales en todo el país.

En el año 2008 cuando hospitales que dependían de las alcaldías fueron pasados al poder central el presidente Chávez, expresóVamos a levantar esos hospitales y a ponerlos de primera línea, bajo nuestra responsabilidad”. 

Cómo explicar que tras seis años consecutivos de anuncios, planes, asignación de recursos, la situación de los hospitales esté tan crítica

En junio de 2011 nuevamente el Presiente anuncia que se aprobaron recursos para remodelar 30 hospitales en todo el país. Visto los planes anunciados y los recursos, el resultado lógico debería ser que el pueblo venezolano contara con una red pública  hospitalaria nacional eficiente, bien dotada y con adecuada infraestructura. Sin embargo, la realidad es otra. La crisis hospitalaria del país es ampliamente conocida.

Ante la contundente protesta de pacientes y personal del hospital de coche al Vicepresidente no le quedó más alternativa que reconocer la crisis existente en dicho centro de salud.

A los pocos días una protesta similar realizaron en el hospital Pérez Carreño.

Sin duda, una cosa es la propaganda del gobierno a través de su sistema nacional de información que presenta la situación de la salud pública en el país en óptimas condiciones y otra la realidad que viven a diario en todo el territorio nacional pacientes y personal que labora en los servicios.

Ya la Contraloría General de la República en sus Informes de gestión de los años 2010 y 2011 había denunciado cómo se perdían toneladas de medicinas cada año y se deterioraban los equipos. Ya los gremios médicos venían advirtiendo la crisis de personal médico y la carencia de insumos reiteradamente negada por el gobierno. Era imposible ocultar lo evidente. Y el gobierno no tuvo más alternativa que  aceptar la crisis. La reconoció en ese hospital, pero salvo excepciones, es la situación que prevalece en los hospitales del país.

Cómo explicar que tras seis años consecutivos de anuncios, planes, asignación de recursos, la situación de los hospitales esté tan crítica. Las razones son dos: ineficiencia e indolencia. La ineficiencia de unas instituciones para ejecutar los planes y proyectos. La indolencia de una burocracia estatal que poco le importa la salud de la población.

Esa conducta indolente la acaba de reafirmar también la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia a declarar sin lugar el 26.02.2013 una acción judicial que buscaba se ordenara a la Asamblea Nacional legislar en materia de Salud. En lugar de aportar a la solución contribuyen a mantener la crisis y negarle al pueblo el derecho humano a la salud.

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