Marino AlvaradoSaludo que el Ejecutivo Nacional haya decidido prestarle atención a la actuación irregular de funcionarios en muchos organismos policiales y en ese sentido haya creado la Comisión Presidencial para Transformación del Sistema Policial.

Tuvo que ocurrir el lamentable asesinato de cinco integrantes de un colectivo pro-gobierno y que un alto dirigente político cercano al presidente levantara su voz de condena frente a ese hecho, para que se adoptara la decisión. En todo caso, bienvenida esa medida.

Cuántas vidas se hubiesen salvado en los últimos años y cuántas personas no hubiesen sufrido maltratos por parte de funcionarios policiales, si la Defensora del Pueblo se hubiese puesto al frente de la condena de violaciones a los derechos humanos perpetradas a diario en cuerpos policiales. Ni siquiera frente al asesinato de los cinco integrantes del colectivo fue capaz de opinar. José Vicente Rangel hizo lo que a ella le correspondía y exhortó a prestarle atención a las denuncias que se realizaban sobre ejecuciones y torturas.

Desde hace años venimos afirmando que pese a la reforma policial iniciada en el año 2006 el número de ejecuciones policiales realizadas cada año sobrepasan las 300. Y venimos denunciando las reiteradas prácticas de tortura principalmente en el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas.

En conversación sostenida con la Fiscal General en junio del presente año le manifesté la preocupación por las denuncias que recibíamos y las que aparecían en la prensa de familiares indicando que las víctimas fueron asesinadas por funcionarios del CICPC sin que hubiese enfrentamiento, pero esa era la versión oficial.

Es urgente prestar atención a esta problemática pues lo que está en juego son muchas vidas y por eso nos parece muy positivo se haya  ordenado actuar para mejorar.

Pero, ¿es ésta una nueva reforma policial? En el 2006 se inició una a la cual dimos todo nuestro respaldo. Una reforma que empezó con una particularidad muy especial a pesar de la alta polarización que existía en el momento: Se convocó a todos los sectores políticos y sociales a participar. Una reforma que tuvo como centro el tema de los derechos humanos buscando precisamente reducir en número de violaciones y ganar la confianza de la población. Una reforma que enfatizó el carácter civil de las policías y lo pernicioso de la presencia de militares dirigiéndolas.

Con esa reforma durante la gestión del ex presidente Hugo Chávez se dieron algunos avances más no los suficientes como para lograr el diseñado nuevo modelo policial. Sabíamos que la tarea no era fácil y los resultados son de mediano plazo. Pero lo poco que se avanzó empezó a perderse en la gestión del presidente Nicolás Maduro. El primer gran error fue militarizar las labores de seguridad ciudadana y la propia Universidad Nacional Experimental de la Seguridad.

Nuestra sugerencia al diputado Freddy Bernal es que no instrumentalice la reforma con fines partidistas. Que aprendiendo de la experiencia de la conarepol convoque a diversos sectores. Que sume y no que reste. Usted habla de convocar al PSUV, le digo que empezó mal con ese sectarismo, convoque a todos y todas las que quieran aportar. Debe evaluar lo positivo de la reforma iniciada en el 2006 y analizar dónde se falló para no repetir errores.

Refuerce el carácter civil de las policías y no continúe con la militarización que nuevamente se produce. Sin duda hay que depurar los organismos policiales, sin embargo, apóyese en los buenos policías que también los hay para moralizar los cuerpos policiales y hay que prestar atención a sus reivindicaciones sociales.

Pregúnteles a los funcionarios de la Policía Nacional que se les prometió y que realmente se está cumpliendo. Finalmente, le deseo muchos éxitos en su responsabilidad, porque su triunfo junto al equipo que le acompaña beneficiará al país y salvara vidas.

Marino Alvarado Betancourt

@marinoalvarado

www.derechos.org.ve

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