El filósofo francés Michel Foucault escribió en su artículo “Los Hombres Infames”
“…Es verdad que a los buenos gobiernos les gusta la santa indignación de los gobernados con tal de que se quede en algo lírico. Es preciso darse cuenta de que con mucha frecuencia son justamente los gobernantes los que hablan, quienes únicamente pueden y quieren hablar”. La experiencia muestra que se puede, y que se debe, rechazar el papel teatral de la pura y simple indignación que nos proponen”
Funcionarios del gobierno han dicho que existe una campaña mediática nacional e internacional contra el gobierno de Venezuela. Podemos estar de acuerdo o en desacuerdo con esta afirmación, sin embargo lo que sí está claro es que el gobierno tiene gran capacidad para hablar a través de cadenas o de medios de comunicación que le pertenecen. Las víctimas por el contrario no cuentan con tantos espacios.
Las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) tienen el trabajo de darles voz a esas víctimas, a las personas que no gozan de los medios para ser escuchados, de ayudarlos a ejercer sus derechos civiles y políticos. Siguiendo a Foucault ayudan a las personas a rechazar este papel teatral que proponen los gobiernos, de quedarnos en la pura indignación. Quizás sea por esto que las ONG son tan criticadas y cuestionadas.
Funcionarios del gobierno también han dicho que en Venezuela se pretende utilizar los derechos humanos para quebrantar la paz.
Pienso que la frase es al contrario para conseguir la paz el Estado debe respetar y garantizar los derechos humanos, ya que estos derechos se ejercen frente – y aun en contra- al Estado, en particular los derechos civiles y políticos. ¿Pero ¿qué comprende el deber de respeto y garantía por parte del Estado?
Según Pedro Nikken (2011) el deber de respeto de los derechos civiles y políticos comprende:
– Los órganos del Estado no pueden traspasar los límites que le imponen los derechos humanos inherentes a la dignidad humana, y que son superiores al poder del Estado.
– Adecuar un sistema jurídico que permita el goce de esos derechos.
– Se considera ilícito cualquier omisión o acción por parte de funcionarios del Estado que lesione los derechos humanos.
La garantía por otra parte, comprende una obligación más amplia que la anterior pues impone al Estado el deber de asegurar que existan los medios para la reparación de los daños causados.
Estos medios judiciales deben ser sencillos y eficaces para que cualquiera pueda acceder a ellos. También incluye la obligación de investigar seriamente y aplicar las sanciones necesarias cuando sea preciso.
Si desde el gobierno se pregona la paz a través de reuniones, discursos y frases, es condición fundamental para lograrla no sólo el respeto de estos derechos sino también su garantía.
Es necesario pensar que en toda guerra el principal derrotado serán los Derechos Humanos, es decir la propia humanidad, la propia dignidad humana.
Y tal como dice Luisa Pernalete las guerras comienzan con gestos, acciones y luego se expresan con armas. Y en Venezuela tenemos armas por todos lados, en las escuelas, en las cárceles, etc. Hay mucha guerra regada en nuestro país.
Foucault Michael (1984) Los Hombres Infames Buenos Aires Editorial Altamira.
Nikken Pedro (2011) El concepto de Derechos Humanos. Disponible en Internet:
http://www.conviteac.org.ve/admin/publicaciones/libros/Nikken-El%20Concepto%20de%20los%20Derechos%20Humanos-1994.pdf