Nuevamente dos dirigentes sindicales son asesinados por supuestos “sicarios” en menos de un mes, el compañero Francisco Ferreira de Sidetur-Valencia y el compañero Jerry Díaz de Manpa-Maracay.

Se está volviendo común, demasiado común, en esta Republica Bolivariana ver camaradas y dirigentes obreros, comunales, trabajadores del campo caer asesinados a manos de supuestos “sicarios”, sin que el Estado de respuestas de manera contundente a esta acción de grupos que van siendo gérmenes del paramilitarismo como nos lo demuestra la experiencia en otras latitudes y en especifico en Colombia.

La enorme y desproporcionada impunidad con que el sicario actúa y mata, deja cualquier análisis en una suerte de inercia, donde los sindicatos, consejos comunales y movimientos de trabajadores del campo, se ven afectados y quedan virtualmente paralizados en sus acciones reivindicativas, para no mencionar las de mayor profundidad, como las acciones políticas de ruptura al actual entramado social.

Es arriesgado de nuestra parte, otorgarle autoría de esta serie de asesinatos a una política emanada del gobierno nacional, pero que hay sectores vinculados al mismo, con relaciones con sectores del capital agrario, industrial e incluso trasnacional, se evidencia ante la impunidad y facilidad con que se mata en esta Venezuela supuestamente revolucionaria a dirigentes del movimiento clasista y popular.

Lo que genera mayor suspicacia, es la denuncia realizada en una reciente rueda de prensa por el dirigente nacional de la Corriente Clasista C-Cura Orlando Chirino, quien además es miembro de la organización política de izquierda independiente Unión Socialista de Izquierda (USI), en relación a que el numero de dirigentes asesinados vinculados a las distintas fuerzas de la izquierda revolucionaria e independiente, (independiente del chavismo y de la mesa unitaria) iba en aumento.

Deseamos alertar sobre esta ola indiscriminada de asesinatos de compañeros y camaradas, cuyo único delito ha sido defender los intereses de la clase obrera, de los sectores mas desposeídos y enfrentarse sin tapujos al Estado burgués que todavía nos domina a pesar de la charlatanería del señor Presidente.

Pero también debemos de orientar a todo el vasto movimiento popular y obrero que la parálisis ante estos asesinatos sólo beneficia al sistema capitalista de explotación y alarga nuestra agonía y nuestra miserable condición de explotados.

Debemos de tomar medidas, ante la impunidad e ineficacia del estado de derecho burgués, que defiende solo a los de su clase y no a la nuestra, es hora de tomar medidas, todo dirigente obrero, popular, trabajador del campo que entre en conflicto contra nuestro mortales enemigos debe de tomar medidas, reducir las reuniones públicas, desplazamientos a altas horas de la noche, tomar medidas subversivas de movimiento chequearse y contra chequearse, no andar solo, en fin entender que su persona es importante para el movimiento en lucha y que nuestro enemigo común, tratará de eliminarlo físicamente, como lo demuestran los mas de 400 asesinados por ahora.

Debemos entender que ante la inoperancia de las leyes burguesas para lograr justicia, debemos tomar medidas que nos garanticen la sobrevivencia y la continuidad de la lucha, cada organización revolucionaria de esta izquierda independiente que ha comprendido que lo que se vive en Venezuela dista mucho de ser revolución.

Tiene ante su militancia, ante sus dirigentes ubicados en cualquier ámbito social, ante sus cuadros una responsabilidad, que los obliga a tomar e implementar medidas que permitan que estas situaciones de sicariato, se frenen o desaparezcan.

No podemos permitir repetir los errores y las experiencias históricas pasadas, como si nunca hubiéramos aprendido la lección o como si no hubieran ocurrido, el caso de la situación vivida por el movimiento revolucionario colombiano durante la década del 80 y los 90 del siglo recién terminado es una lección que debemos aprender.

Otra tarea importante para frenar esta acción del sicario y futuro paramilitarismo es la acción mancomunada de todas las organizaciones revolucionarias independientes que existen en el ámbito nacional, no podemos permitir que minúsculos sectores organizados con claro espíritu pequeño burgués dominen los escenarios de unidad, es el momento que las organizaciones que se autodenominan de socialistas o comunistas tomen con la seriedad debida la política de unidad que nos fortalezca y nos permita enfrentar en conjunto este flageló.

Así que es menester lograr mínimos acuerdos para enfrentar el sicariato a través de todos los métodos de lucha conocidas, coordinando acciones desde las propagandistas hasta las de cualquier índole. Que el sicariato comprenda que Venezuela no es Colombia y que aquí no estamos dispuestos a dejarnos asesinar como borregos llevados a matadero.

Necesaria es la unidad de clase, necesaria la respuesta coordinada, necesaria la preparación de nuestras organizaciones a etapas superiores de lucha, en fin más que llorar a nuestros muertos y correr al entramado judicial burgués, es tarea urgentísima ante la ola de asesinatos. Una coordinación clasista revolucionaria socialista y comunista.

ORGANIZACIÓN REVOLUCIONARIA Y LUCHA DE CLASES, SIN DEMASYO Y SIN TEMORES CONTRA EL SICARIATO

CONTRA EL SICARIATO: UNIDAD REVOLUCIONARIA

Por Comunistas Insurgentes
Publicado en laclase.info

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