Marino AlvaradoWilliams Sanguino es un joven estudiante de la Universidad Bolivariana de Venezuela, estado Táchira. Es militante del PSUV. Desde hace ocho meses se encuentra encarcelado incriminado por el Ministerio Público de ser presuntamente responsable del asesinato del también estudiante  de ingeniería mecánica Jesús Eduardo Ramírez.

El homicidio se produjo en confusos hechos el 8 de diciembre de 2009 en el marco de una protesta estudiantil. En las primeras investigaciones realizadas por el CICPC, ese organismo policial realizó varias detenciones entre ellas la del bachiller Sanguino.

Como no es de extrañar fue sometido a intensas torturas por dicho organismo  el cual  reiteradamente es acusado tanto por la Defensoría del Pueblo y organizaciones de derechos humanos como practicante de este tipo de abusos.

Según sus familiares la Fiscal 47 con competencia nacional María Elcira Bejarano tuvo pleno conocimiento de las torturas que le fueron infringidas.

De  las torturas fue informada la Defensora del Pueblo y la Fiscal General de la República y a la fecha ninguna investigación se ha iniciado contra los funcionarios policiales. La casa de Sanguino fue allanada sin orden judicial y los policías se encargaron de destruir todo lo que consiguieron a su paso. De ese atropello tampoco se abrió investigación.

La culpabilidad o no del estudiante Sanguino le corresponderá establecerla a los organismos competentes principalmente a la Fiscalía que tendrá que demostrar con pruebas contundentes la responsabilidad . Mientras dure el proceso debe considerarse inocente y tiene derecho a un juicio justo, transparente y a que se respete su integridad física tal como lo ordena la Constitución.

La obligación del Estado de no dejar impune el asesinato de Jesús Eduardo Ramírez no puede cumplirse a costar de violar los derechos humanos del estudiante Sanguino.

A los familiares del joven asesinado y a la sociedad venezolana no le interesa que se castigue a cualquier persona por el crimen cometido. Le interesa y es lo que debe ocurrir, que se sancione quien haya resultado responsable pero luego que se haya puesto a la orden de la justicia la experticia técnica, el respeto al debido proceso y el resguardo de la dignidad humana.

Desde hace un poco más de un mes Williams Sanguino se encuentra recluido en la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia en Caracas. En ese cuerpo policial ya ha sido objeto de varios abusos policiales, presiones psicológicas y violando el legítimo derecho a la defensa.

Los familiares aspiran que con la radicación del juicio en Caracas no se continúen cometiendo irregularidades en el proceso judicial. Exhortan a la Defensoría del Pueblo a que cumpla con su obligación de velar por el respeto a los derechos humanos de éste joven que lo único que exige es el respeto a la Constitución y que sus reclamos y de la familia sean escuchados.

Por:  Marino Alvarado

Fuente: www.talcualdigital.com

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *