Ella: Que con las lluvias comienzan los ahogados y los damnificados ocurre en todas partes, incluso en los países desarrollados; lee la prensa para que veas que es un fenómeno climático y no tiene que ver con imprevisión gubernamental.
Yo: No estoy hablando de fenómenos especiales, estoy hablando de las lluvias que normalmente caen sobre Venezuela; cuando no llueve nos morimos de sed y, ahora además, sin electricidad, y cuando llueve, entonces nos ahogamos; así fue en la cuarta república y así es ahora, por lo que nada ha cambiado. Tú antes criticabas la imprevisión, pero ahora sacas los argumentos del fenómeno climático mundial.
Ella: Pero no ves que esas inundaciones están ahora por todas partes; se trata del recalentamiento global, que afecta a todo el planeta. No es lo mismo que ocurría en el pasado, cuando el gobierno no se ocupaba y no les importaba, ahora en cambio sí importa y preocupa.
Yo: Pero no se hace nada, por lo que el resultado es el mismo. La gente se ahoga y aparecen miles de damnificados. Ella (interrumpiendo): Pero es que es un fenómeno universal… Yo (no dejándola terminar): No estoy hablando de la vaguada de Vargas de hace años, que es a lo que tú te refieres con lo de efecto climático universal, estoy hablando de las lluvias normales de todos los años.
Ella: Es que la revolución no ha podido con tantas conspiraciones y golpes y acciones de la oposición. No han dejado que el gobierno actúe.
Yo: Por lo visto tampoco ha podido actuar en el caso de la inseguridad ciudadana. La tasa de homicidios es más del doble que la de 1998. ¿Ése también es un fenómeno mundial?
Ella: Eso existe en todos los países. Yo (interrumpiéndola): En los países escandinavos no existe; allá no hay ni policías. Ella (no dejándome terminar): No nos vas a comparar con Noruega o Suecia; nuestras ciudades son mucho más populosas.
Yo: En El Cairo, con 18 millones de habitantes, no existe ni remotamente la inseguridad que hay aquí. No hay arrebatones, ni hurtos, mucho menos asaltos y ni que decir de homicidios. En Cuba misma, entre las cosas resueltas en forma temprana estuvo el problema de la delincuencia. No sé ahora, pero uno podía caminar tranquilamente de noche por La Habana.
Ella: Es que el capitalismo origina todos esos desmanes.
Yo: El capitalismo desencadena las peores actitudes, pero eso sólo no explica la delincuencia. Inglaterra es tan capitalista como EE UU y tiene una delincuencia mucho menor. Aventajamos en delincuencia a toda América Latina, a pesar de que se dice que hoy tenemos más cobertura educativa y que la pobreza se ha reducido. Los hechos hacen dudar de los supuestos logros.
Ella (molesta): Adiós, vengo mañana. Yo: Me quedé esperándola, no vino. (Luis Fuenmayor, 29.04.10)