La Plaza Bicentenaria de Maracay es un lugar muy céntrico, muy público y las

personas que con frecuencia la transitan, ante la noticia del asesinato de Milangela,

dicen: «Pero si yo siempre paso por allí», como un lugar donde no podían

ocurrir «este tipo de cosas», olvidando los hechos reales y violentos que acontecen

en cualquier lugar, aun en los aparentemente más protegidos. El machismo mata y es

importante no perderlo de vista y, repetirlo continuamente como una manera de alerta

ante las expresiones de este comportamiento tan enraizado que parece natural o parte

de la idiosincrasia. Bueno, es que la idiosincrasia del machista mata.

 

Al conocer la desaparición de Milangela, la sospecha envolvió a los familiares y

a quienes estaban pendientes de su alarmante situación. Nuevamente un honorable

esposo y padre de familia es el protagonista de delitos de violencia, acoso, y

femicidio: claro, contra una mujer, es decir, contra quienes se les puede violentar y

demostrar todo el poder que se obtiene fungiendo de patrono y macho. Milangela tenía

15 días trabajando, y según la prensa, este señor contrataba a chicas jóvenes y solteras

para el trabajo de cajera, requisito que las trabajadoras desconocerían.

 

Denunciar el acoso sexual es poco común. La palabra de la denunciante contra la del

denunciado constituye una limitación que se resuelve abandonando el trabajo y dejando

el puesto libre para la próxima víctima.

 

En este caso, nuevamente tuvimos la oportunidad de comprobar que los crímenes

contra las mujeres frecuentemente reciben un tratamiento poco adecuado de parte

de los y las periodistas. A pesar de que la mayoría son bastante jóvenes, son periodistas

Corín Tellado dispuestos a tejer una novela romántica en cualquiera de sus versiones.

La primera intención en el tratamiento de la noticia es poder caracterizar el crimen

en lo pasional y así pudimos leerlo, aunque el «crimen pasional» sea una categoría

viciada, parcializada hacia un victimario cualquiera, engañado, celoso, abandonado,

arrebatado, borracho, o etc, que debería desaparecer del imaginario colectivo, o por lo

menos hacer el esfuerzo personal y por supuesto académico. Una familiar de Milangela,

hizo las necesarias aclaratorias sobre este impertinente calificativo.

 

Los términos: «obsesionado por el amor de la joven», «se obsesionó por la belleza de

la joven», «la quiso hacer suya», «el monstruo de la Bicentenaria” forman parte de las

frases hechas y del corolario Corín Tellado, que tienen una intención explicativa con

efectos que operan a favor del victimario y de la naturalización de la muerte de las

mujeres en manos de cualquier sujeto con hechura machista basada en la supremacía

sobre la otra, que debe acceder a sus órdenes y deseos violentos.

 

Nos sumamos a la petición de justica para Milangela, que tanto sus familiares como

los grupos organizados de mujeres y de derechos humanos exigen a las autoridades

competentes.

 

Entre robos, atracos, muertes y violaciones.“Todas parecíanrobots cuando ellos se fueron”

 

El país se desangra por los cuatro costados, la posibilidad de quedar bajo lesión física

y psíquica, vivir o dejar de vivir está en la probabilidad de que te encuentres con

un ser humano hipertrofiado por la droga, el alcohol o simplemente descompuesto

psíquicamente como para justificarse ante sí como legítimo emisario de la calidad del

daño que puede causar a quien termina siendo víctima. Es el terror frente a la máxima

desventaja y el desamparo de las víctimas, esa vulnerabilidad que las sumerge en la

más espantosa pesadilla está más presente especialmente si se trata de mujeres y

niñas, los delitos contra ellas además de la contundencia de la muerte pueden quedar

como “daños colaterales”. Sucedió en Maracaibo el 8 y la noticia apareció el día

19 del mes que termina, sin el impacto noticioso con el que se cubren otros hechos, 20

mujeres entre 60 y una niña de 11 años fueron violadas después que aproximadamente

10 delincuentes asaltaran un autobús que interceptaron en la ruta Maracaibo-La

Concepción.

No solo les robaron las pertenencias a quienes viajaban, tenían otros planes, atacar

sexualmente a las mujeres un delito “colateral” a la fechoría central, un delito

específicamente dirigido a la vulnerabilidad de las mujeres. No tuvieron compasión

las violaron a todas algunas las desgarraban con los cañones de las armas mientras

consumían drogas y las obligaban a lo mismo, María una de las victimas trataba de

salvar a la niña de 11 años de origen wayuu que gritaba mientras el delincuente la

halaba «¡No quiero ir, yo no quiero!», no pudo evitarlo «Se la encomendé a Dios”.

El embarazo de otra tampoco fue freno para atacarla. “Todas parecían robots

cuando ellos se fueron”.

 

Dos historias con el mismo trasfondo de violencia machista: Milangela muere en manos

del criminal que en un intento de justificar el femicidio introduce la licencia social con

la que un agresor pretende dar un matiz novelesco a su espantoso acto, en el caso de

estas mujeres la vida física continua, probablemente la vida psíquica ya no exista.

Por ello no nos cansamos de advertir que “El machismo mata” .

 

http://www.laverdad.com/detnotic.php?CodNotic=64562

 

Para información y denuncias llamar

 

(O8OO-MUJERES) 0800-6853737

oooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

Casa de la Mujer Juana Ramírez “La Avanzadora” Maracay

(Fundada en 1985)

Programa de Atención a mujeres en situación de violencia

De lunes a viernes de 8 a 12 y de 1 a 5 p.m.

CEDIAR -Centro de Documentación e Información Aída Arroyo.

Horario de Servicio: lunes a jueves de 1,30 a 5 pm -Funciona en la misma sede.

 

Directorio: Órgano Divulgativo de la Casa de la Mujer Juana Ramírez “La

Avanzadora” C/ López Aveledo Norte No. 11. Urb. Calicanto. Aptdo. de Correos

2028. Telefax. 0243- 2463796 Correo E: [email protected] . No. 781 Año XXII,

26-7- 2011

 

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