Los secretos del petróleo parecen ser parte de los secretos de Estado. Los que no pueden ser objeto de duda son los precios del petróleo.

En 1998 el precio promedio de la cesta venezolana fue de sólo 11 dólares; en 2008 alcanzó un máximo de 86 dólares, cayó a 54 dólares en 2009, y es probable que en 2010 se sitúe en 65 dólares. Es sostenible indicar que un precio de equilibrio para la cesta venezolana sería 70 dólares. A este precio, si la exportación efectiva fuese de 800 millones de barriles anuales, el ingreso bruto alcanzaría 56 millardos de dólares, suficientes para cubrir los costos, hacer la contribución fiscal, las inversiones suficientes de mantenimiento y ampliación y aún obtener un excedente neto; todo ello bajo la condición de que haya una gestión eficiente y pulcra.

En el periodo 1998-2008 el ingreso total obtenido por exportación fue de 700 millardos de dólares en cifras redondeadas; la participación fiscal fue de 250 millardos de dólares, 36% del total. Aparentemente, para el Fisco el petróleo no es un buen negocio, pues debería percibir cuando menos 50% del ingreso total. Sin embargo, la percepción oficial efectiva es superior a la indicada: las funciones y tareas de índole social impuestas a Pdvsa absorben 26 millardos de dólares en el periodo y las aportaciones a Fonden suman 30 millardos de dólares, de tal manera que el Gobierno, de una u otra manera, percibe, además de los 250 millardos de dólares de la participación directa, 56 millardos de dólares en participación indirecta, para un total de 306 millardos de dólares, 44% del total.

En 2008 se informa que la producción fue de 3.260.000 barriles diarios, lo que da un total anual de 1.190 millones de barriles. Si fuese así, sería muy bueno para el país. Pero para determinar la exportación “pagante” hay que deducir varios renglones: consumo interno de 650.000 b/d; exportación “no pagante” a los países amigos y asociados 200.000 b/d; en total hay que deducir 850.000 barriles diarios, o sea, 310 millones anuales, restan para exportación efectiva 880 millones de barriles. ¿Es esto cierto? Si así fuera, no sufriría Pdvsa el calvario de una deuda de 30 millardos de dólares y nuestra balanza de pagos estaría más fortalecida.

El costo de producción de petróleo en Venezuela es de 1,60 dólares el barril; en 1998 era de 3,60 dólares, alrededor de 50% del actual. Pdvsa también sufre los efectos de la inflación en cuanto compra en el país bienes y servicios y paga salarios. Pero el personal adscrito a la petrolera se ha elevado de 20.000 a 80.000 entre 2003 y 2010.

Probablemente la industria petrolera venezolana no requiera más de 50.000 personas para sus operaciones, si la productividad fuese satisfactoria. Pero no imagino que se pueda retirar a 30.000 personas en corto plazo sin provocar una conmoción laboral y social.

Las reservas probadas convencionales se sitúan en 80 millardos de barriles; las contenidas en la faja del Orinoco, de petróleos pesados y extrapesados, pero explotables según el adelanto tecnológico y las necesidades de un mercado mundial ahora parcialmente deprimido, alcanzan, según los cálculos más moderados, 140 millardos de barriles, por lo que el total de reservas asciende a 220 millardos, entre las más altas del mundo, si no las más altas. Ese es un patrimonio nacional, un capital en parte efectivo, en parte potencial. Para aprovecharlo racionalmente habría que planificar su explotación, de acuerdo con 3 factores principales: las inversiones requeridas, las tendencias del mercado internacional y el interés nacional, en cuanto a los recursos que se obtengan y puedan ser aplicados para el desarrollo del país.

En ningún caso esas reservas deben ser alienadas a intereses extranjeros urgidos por ese dominio, y urgido el Gobierno por dinero presente.

Domingo Maza Zavala
Publicado en La Patilla

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