Cuando el ciudadano común es abordado sobre el tema nuclear, lo que emerge de manera inmediata es el brutal ataque realizado por los norteamericanos sobre Hiroshima – Nagasaki, asociando el término “nuclear” como sinónimo de catástrofe. En palabras sencillas, la energía nuclear es el resultado de la fusión de dos átomos en las que se liberan grandes cantidades de energía que se utilizan para producir electricidad.

El desarrollo de esta energía en nuestro país es objeto de discusión desde los más versados expertos hasta los que sin conocerla aseguran que será un auténtico fracaso. Lo cierto es que con sus virtudes o sin ellas las miradas del Estado se perfilan en convertir a Venezuela como una potencia nuclear de vital importancia estratégica para la región de cara al sur.

Se debe partir de un principio universal reconocido en todos los tratados internacionales, el cual es el derecho que tiene cada país para determinar soberanamente su destino, no obstante, esta soberanía debe marchar en armonía estrecha con las bases en los que se erige nuestro Estado social democrático de derecho y de justicia, y con respeto a los derechos humanos. Es necesario que se definan las reglas lo más claras posibles, conocer la utilidad y la pertinencia que reviste para la Nación. Se ha dicho en todo momento que su aplicación será con fines “pacíficos”, pero en realidad resulta complejo conocer el detalle y el alcance del convenio suscrito recientemente con el gobierno ruso

Materia Prima y consecuencias

Hay que considerar que la base para producir la energía nuclear es la minería del uranio en países al sur del planeta. El proceso empleado para la obtención del uranio implica la destrucción y contaminación del aire y el agua, factores que inciden negativamente para la salud y el ambiente en general.

Sería interesante conocer la infraestructura del destino final de aquellos residuos nucleares, en virtud de que son desechos altamente peligrosos cuyo manejo inadecuado representaría la muerte inmediata de cualquier forma de vida.

En un Estado humanista como el nuestro, vale la pena preguntarse ¿qué tan necesaria es la inversión en este tipo de energía, existiendo otras alternativas más limpias como la energía eólica? La respuesta está en manos de los expertos y hasta ahora los defensores de la Tierra esperamos con optimismo aclarar todas las dudas posibles. Solo se maneja la tesis de que hipotéticamente esta planta nuclear sería construida en la Sierra de Perijá, paradójicamente sobre un Área Bajo Régimen de Administración (ABRAE).

De historias nucleares y sus protagonistas

Para conocer el presente y elevar críticas y “preocupaciones” hacia Venezuela, se ha elaborado un dossier relativo a los hechos que han dejado su huella nuclear en la historia mundial, en este sentido se manejan los siguientes datos:

  • (1945): EEUU realiza sus primeros ensayos nucleares en Nuevo México.
  • (1945): EEUU hace estallar dos bombas nucleares en Hiroshima- Nagasaki.
  • (1949): EEUU y la USSR, realizan ensayos nucleares sobre las Islas Marshall y Kazajstán respectivamente, dejando como resultado grandes cantidades de yodo en la atmósfera.
  • (1949): En las Islas Marshall se deja caer una bomba termonuclear de aproximadamente 15 megatones.
  • (1957) Gran Bretaña: Prueba su primera bomba nuclear sobre las Islas Cristmas).
  • (1960): Francia comienza su carrera atómica con pruebas nucleares en el desierto del Sahara.
  • ((1969): Francia continúa sus pruebas nucleares, esta vez con bombas “H” en los Atolones del Océano Pacífico.
  • (1979): Ocurre un accidente nuclear en la planta Tree Mile Island cerca de Pensilvania, EEUU, obligó a 140.000 personas a evacuar la zona tras un derrame masivo de gas radioactivo sobre la atmósfera.
  • (1981) Japón: La planta de Tsurunga derrama residuos nucleares contaminantes al mar.
  • (1986): En Ucrania explota el reactor nuclear N°4 de Chernobill (la peor catástrofe nuclear de la historia).
  • (2000) Un accidente en la Central Nuclear Con Edison, próxima a Nueva York, deja escapar vapor radioactivo sobre la atmósfera.

Fuente: Troconis Parilli Nelson. Tutela Ambiental. Ediciones Paredes. 2005.

Gaceta Oficial N° 39.170 de fecha 4 de mayo de 2009.

“…. Los materiales nucleares, los equipos, los materiales no nucleares especiales y la correspondiente tecnología, así como los materiales producidos en base a estos o como resultado de la utilización de estos materiales nucleares y no nucleares especiales, instalaciones y equipos, obtenidos por la República Bolivariana de Venezuela en correspondencia con el presente Convenio:

a) No se utilizarán para la producción de armas nucleares y otros dispositivos nucleares explosivos o para la consecución de cualquier objetivo militar…” (El resaltado es mío).

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