La Red Nacional de Defensa de Derechos Humanos (RNDDH) de Haití , denunció la violación de un joven haitiano de 18 años por parte de cuatro soldados uruguayos de la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah), ocurrida el 28 de julio. Las imágenes fueron grabadas por los propios violadores con un teléfono y difundidas parcialmente en internet, situación que ha producido indignación internacional, incluida la del presidente uruguayo y otras autoridades. El proceso para repatriar a los uniformados se ha iniciado.
La violación de Johnny es parte de los desmanes de la Minustash , acusada según el informe público de la Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos-RNDDH del lunes 4 -9-11 de : prostitución de menores y del «intercambio» de comida por productos alucinógenos y/o ilícitos como el tabaco, el alcohol, la marihuana, aprovechándose la precaria situación de supervivencia de adolescentes y jóvenes, hijos e hijas de campesinos empobrecidos, totalmente antagónica a la forma de vida que llevan los soldados “onusianos”, que a veces se describe como opulenta.
En agosto, una organización local había denunciado al contingente uruguayo de prostitución de menores, comportamiento humillante e insultante hacia los ciudadanos/as de Port – Salut , entre otras felonías . En respuesta, la Minustah realizó su propia investigación, de la cual resultó la negación total de los hechos, y la acusación por difamación a la parte denunciante.
Para muchos, la Minustah en Haiti es un mal necesario, y para los países participantes, quizá en muchos casos , un negocio. Los soldados uruguayos por ejemplo , que en su país ganarían un salario de 400 dólares , en Haití, la ONU les paga 1.500; pero eso no es todo, al gobierno le pagan cuatro veces más, por lo que vale preguntarse si el apoyo militar , o la ocupación o la vagancia militar en otro país es un negocio rentable para los estados que envían tropas.
¿QUÉ LES ENSEÑAN?
Lo preciso es distinguir que el reciente caso de violación es solo una parte de lo que ocurre en Haití y en los diferentes países en que los cascos azules intervienen, – u otros contingentes – situación que los ministerios de defensa, si tuvieran voluntad política , sería hora de que abordaran la violencia sexual preventivamente , considerando el delito penal que se comete internacionalmente , incluyendo el tema como parte de la formación ética de los soldados, en vez de asombrarse y pedir perdón – a veces – cuando ocurren lamentables violaciones de los derechos humanos. También entendemos que con mucha ética no se puede formar para ir a ninguna guerra.
Sin embargo, se abren preguntas sobre el hecho de que los propios soldados hayan difundido el video. ¿No sabían que estaban cometiendo un delito y piensan que pueden violar a cualquier persona que consideren inferior o sin derechos? Llamar a la violación cometida una “broma pesada”, como hicieron otros soldados para definir el hecho, es un indicador de la formación en derechos humanos que reciben.
OTROS casos, Más violencias
En mayo de 2005, Kofi Annan, el entonces secretario general de la ONU , informaba que las denuncias de abuso y explotación sexual cometidos por cascos azules habían aumentado a más del doble en un año.
El 18 de febrero de 2005 , tres «cascos azules» paquistaníes violaron a la joven haitiana Nadège Nicolas. Este hecho produjo cólera popular, el repudio y denuncia de las organizaciones feministas, pero el caso sigue impune y archivado.
En el caso actual de Jhonny , según Michaëlle Desrosiers y Franck Seguy, militantes de la izquierda haitiana y profesionales de sociología, la Minustah, los hombres de ley y los formadores de opinión , “ manifestaron su abominación por el ataque a la dignidad y a la identidad (masculina) del joven muchacho. En otras palabras, habría dejado de ser hombre por el hecho de haber sido violado por cuatro hombres armados. Lo que en la cultura machista significa que dejó de existir.” Y añaden que la violación de una mujer aparece como menos grave que la violación de un hombre.
En noviembre de 2005, en Carrefour Trois Mains, sobre la carretera del Aeropuerto, Marie Rose Précéus fue sodomizada y violada por un soldado jordano, y en noviembre de 2007, ciento once «cascos azules» de Sri Lanka se implicaron en un caso de abusos y explotación sexual de menores. En agosto de 2010, se encontró a un menor huérfano de 16 años , Gérald Jean Gilles, colgado en la base de los soldados nepaleses de la Minustah, situada en Carénage, Cap-Haitien. Este chico frecuentaba la base y supuestamente prestaba servicios a los soldados, y más y más…
La organización Save the Children, en 2008 después de un estudio denunció alarmantes casos de violaciones por parte de soldados de Naciones Unidas en Haití y Costa de Marfil. «Pero nunca se ha hecho caso a esos documentos, y por el contrario, siguen llegando soldados”
… y muchos más casos de la misma categoría del horror. La Red Haitiana de Derechos Humanos no ha dejado de denunciar, los casos están documentados y sin respuesta. Las diferentes nacionalidades de los implicados ponen de manifiesto los efectos del machismo y la impunidad en la formación militar, como expresión de la cultura global patriarcal dominante .
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JUVENTISMO
Kate Winslet (Titanic) y Rachel Weisz (Ágora, El Jardinero Fiel…) y otras actrices , han decidido crear La Liga Inglesa Anti Cirugía Estética para denunciar la presión que ejerce la industria cinematográfica – especialmente la de Hollywood – sobre las actrices para que se operen, se inyecten botox y sean eternamente jóvenes.
Eva Longoria, Julia Roberts, Eva Mendes, Sofía Vergara, Drew Barrymore, Meryl Streep, Cameron Diaz, Juliane Moore , Salma Hayek, Jodie Foster son solo algunas de las que prefieren aceptarse tal y como son y también asumir el paso del tiempo en sus cuerpos. Emma Thompson lamentó este “horrible período de juventismo (sic)”, que obliga – en especial a las mujeres- a aparentar menos edad. “Soy actriz, ¿por qué querría congelar mi rostro en un gesto eterno?”, se pregunta Winslet.
Esta y varias otras preguntas debieran incorporarse en el país, más cuando los estragos por mala praxis cunden por toda la geografía y alarmantemente en Maracay. Recién se acaba de activar la línea 02124080510 del Ministerio de Salud para denunciar tratamientos estéticos inadecuados.