Les confieso que el pasado domingo en la noche, cuando estaba en casa, a la espera de los resultados de la elecciones primarias, y escuché el nombre de Iván Olivares haciéndose candidato por la Circunscripción No. 1 del Distrito Capital, renacieron las esperanzas.

Mis más sinceras felicitaciones, Iván; para el que no lo conozca, Iván es un tipo con un corazón increíble, tiene una excelente preparación académica y de atleta, una persona muy sensible a las causas sociales del país.

Recuerdo que en una oportunidad, cuando en la Cárcel Nacional de Maracaibo «Sabaneta» resultaron quemados más de 150 internos en 1994, simplemente le dije a Iván: acompáñame a Sabaneta a entregar unas medicinas, y este hombre no dudó ni en momento en decirme: vamos.

Cuando llegamos, recorrimos el lugar donde falleció esa cantidad de internos, y nada más tener a Iván Olivares en ese penal, era motivo de alegría ante aquella tragedia para la población reclusa, y los internos lo que querían era estrecharle la mano y saludarlo, al punto que un interno le dijo: juega con nosotros.

Este hombre que hoy va a representar a sus electores en el circuito antes mencionado, les dijo: pero no tengo zapatos de goma, y un interno grito: aquí tienes los míos, pana, se los puso y jugó con los internos de Sabaneta.

Qué bueno, Iván, este columnista se siente feliz de que seas candidato para esa parte de Caracas que te vio nacer y que bastante te aplaudió cuando jugabas el basquetbol en el Naciones Unidas de El Paraíso o el Papá Carrillo.

Sabes muy bien que cuando un equipo entra en un calendario de juego, lo primero que se les dice a sus jugadores es primero debemos clasificar; bueno, hermano, ya clasificaste, y ahora como nos dicen, a ganar el campeonato, que tú sabes hacerlo, rodéate de los atletas, ese es tu fuerte, Iván, búscalos, ellos estarán contigo y con ellos camina tus parroquias para que llegues de todas las formas a ese pueblo y les quiten el miedo.

Tienes que cambiar la mentira por lo real y sobre todo pedir perdón por el daño que han hecho todos los gobiernos para que te reencuentres nuevamente con el pueblo.

La tragedia que vivió nuestro país con el asesinato de la Sra. Jennifer Carolina Viera de Valero, de 24 años, a manos de su esposo el boxeador Edwin «El Inca» Valero, es un caso que nos debe poner a reflexionar a todos los venezolanos y que no pase como otro caso más.

Aquí para este columnista hay varias interrogantes, si el pasado 27 de marzo el Ministerio Público, a través de la fiscal 20, Dra. Mara Rivas, imputó a Valero ante el Tribunal 6 de Control de Mérida, especializado en materia de violencia de género, por la presunta comisión de los delitos de amenaza, acoso, hostigamiento y resistencia a la autoridad en perjuicio de su cónyuge y de una funcionaria del Cicpc que agredió en forma verbal, ¿acaso estos no eran suficientes elementos para dejar privado de libertad al boxeador?

Humberto Prado
Coordinador General del Observatorio Venezolano de Prisiones

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *