Mérida: El pasado viernes santo en el Internado Judicial de San Juan de Lagunillas, en Mérida, se registró un hecho de violencia cuando internos de los diferentes pabellones se enfrentaron, dejando como saldo un interno muerto que respondía al nombre de Jesús Alejandro Zamora, de 26 años, quien recibió varios tiros, era de Petare, y apenas tenía 6 meses en el penal. Además resultaron heridos Arístides Jaimes Barrios, de 40 años, Néstor Romero Esis, de 29, Frank Chaparro Gómez, de 19, Neufer Gómez Martínez, de 23, Javier Hernández Moncada, de 19, Alberto Rosales Álvaro, de 46, y Gabriel Martínez Duque, de 26, dos de ellos de suma gravedad.
Los Teques: En horas de la madrugada del pasado sábado efectivos de la Guardia Nacional liquidaron a un recluso que pocos minutos antes había intentado escapar del internado judicial de Los Teques. El interno fue identificado como Franyei Eliécer Esparragoza Aponte (21), quien se encontraba en prisión por orden del tribunal 10 de control de Caracas, bajo acusaciones de homicidio.
La Planta: Se registró un enfrentamiento entre los pabellones 1, 2 y 3, resultando muerto el interno Pablo Baptista Castro, de 21 años de edad, el cual estaba recluido en el pabellón 3, presentó una herida por arma de fuego en la cabeza, y resultaron heridos Otto Blanco González y Endy Avilet Carreño y dos más que fueron atendidos por sus compañeros.
Este es el tercer hecho violento que se presenta en La Planta. Como recordarán, estimados lectores, el pasado 26 de enero del presente año se registró un enfrentamiento que dejó 10 internos fallecidos y 17 heridos; después, el 4 de marzo se registró un intercambio nuevamente de disparos entre los pabellones 1, 2 y 3, dejando el saldo de 7 internos heridos y además los familiares, como era día de visita, optaron por quedarse dentro del recinto carcelario para resguardar la integridad de sus reclusos; dos de los reos fueron trasladados al hospital de Los Magallanes de Catia y otros cinco fueron atendidos en la enfermería del penal.
Los enfrentamientos han sido con visitantes dentro del establecimiento, y por ello el gobierno debe adoptar las medidas necesarias para erradicarlos. Como conclusión de estos hechos, vemos que el Estado ha fallado en su función de garante del derecho a la vida con respecto a las personas privadas de libertad bajo su custodia, y el mayor descaro es que la gran mayoría de estos casos continúa en la impunidad, lo que implica a su vez que el gobierno ha faltado a su obligación de prevenir que nuevos hechos como estos continúen sucediendo.
Esta serie de hechos tan graves en la que ni siquiera los días santos la vida de los internos, que se presume está bajo custodia del Estado se respeta, tiñe de rojo el sistema penitenciario.
Humberto Prado
Coordinador del Observatorio Venezolano de Prisiones