El asesinato de dirigentes sindicales merece una especial atención por parte del Estado venezolano, es incomprensible que dentro de este proceso político donde diariamente se nos recalca su carácter socialista o comunista por los medios de comunicación del oficialismo y de la oposición, sucedan con una impunidad, que raya en el descaro, el asesinato de dirigentes sindicales, en su mayoría (por no decir que todos) afectos al gobierno e inmersos en conflictos laborales.

Si bien es cierto que algunos de estos asesinatos ocurren en el marco de una guerra de intereses de algunos sectores como el ya archi-conocido de la construcción, no es menos cierto que una gran cantidad son planeados y ejecutados por patronos en complicidad con sicario-dirigentes. Sea cual sea el origen, el móvil, lo cierto es que estamos en presencia por un lado de una reedición del Chicago de los gángsters, y por otra de una copia al carbón de la Colombia de siempre. Y es que acá no estamos hablando del hampa común, acá estamos hablando de trabajadores asesinados dentro de un plan dirigido a aterrorizar para mermar y acabar con la dirigencia sindical autónoma, clasista y lo que seria mas triste, específicamente con los movimientos sindicales de izquierda. Pero lo que mas indigna no es ese patrón que a la final solo sigue el método de sus ancestros, ni el asesino que solo le falta registrar una compañía de solución rápida de conflictos laborales, ni los lambiscones dirigentes vasallos que al igual que el esclavo que era usado por el amo para golpear y humillar a su hermano de raza, eran usados como peones de ajedrez para limpiar el camino a los reyes conla promesa que pueden llegar a coronarse. NO, lo que mas indigna es no ver al Presidente de la Republica, al ministro de Interior y Justicia, a la cúpula del PSUV, tomar cartas en el asunto… ni siquiera de palabra.

Mientras tanto, se impone la sentencia popular : «muerto el perro se acaba la rabia», no solo a nivel laboral, tenemos campesinos asesinados por terratenientes, dirigentes populares en medio de una lucha desigual contra el hampa y el narcotráfico, pero esta situación se adereza cuando entonces vemos a dirigentes presentándose en la fiscaliza por una denuncia del patrono, dirigentes privados de libertad por emprender las luchas que un proceso revolucionario reclama, en fin tenemos un Estado que actúa por omisión, desidia o deliberadamente a favor de la contrarrevolución, aletargado en aparencia e inclinando la balanza hacia el lado que día a día nos recuerda como descubrir los enemigos a lo interno del proceso. Es difícil no elucubrar ideas en torno a este tema, tal vez nuestros asesinados eran y son dirigentes demasiado revolucionarios para la etapa del proceso, y el sacrificio debe ser por el proceso porque el proceso lo es todo. No es que se pretenda pisar el estado de derecho, es decir, si en realidad hay una violación al marco legal debe existir una sanción, pero debería ser algo homogéneo, no guardarse el estado de derecho y el debido proceso a conveniencia, y menos cuando se trata de camaradas, porque hay que decirlo: el Estado en oportunidades ha hecho de esto un traje a la medida, pero es mal sastre o solo cose para determinados maniquíes, y es tal la distancia entre el discurso y la acción que un Domingo escuchamos que debemos tomar acciones revolucionarias y cuando lo hacemos, amparándonos en el marco legal que creemos que nos otorga un estado en revolución, zas el largo brazo de la ley nos abofetea y de paso somos expuestos al escarnio público por no tener disciplina revolucionaria, o ser contrarrevolucionarios, algo así como los padres que le dicen a sus hijos que no se dejen joder por nadie y cuando el muchacho pelea, lo regañan delante de su contrincante y sus padres por “pelion”, o como nuestras madres “cállate y contéstame”.

Termino citando al Generalísimo Francisco de Miranda y ojala no me acusen de querer crear un movimiento Mirandino y no Bolivariano, pero , “BOCHINCHE, BOCHINCHE, ESTE PAIS ES UN SOLO BOCHINCHE”.

Por los camaradas asesinados.
Por los camaradas privados de libertad.
Por la autonomía de los trabajadores.
Patria, Socialista…o Muerte

Efren Méndez , miembro de la Comisión Nacional de Trabajo de la UNETE
[email protected]
http://www.aporrea.org/trabajadores/a104085.html

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *