Un enfrentamiento protagonizado el domingo en la noche por unos 30 adolescentes recluidos en el Centro de Rehabilitación y Tratamiento Alfredo J.

González de San Cristóbal, tuvo como resultado la muerte del joven Ronny Jesús Calderón Muñoz, de 17 años, quien recibió múltiples heridas punzopenetrantes en diferentes partes del cuerpo y resultaron heridos Wilmer Valdez, Josep Zambrano, Darwin Lizarraga, Jordan Quintero y Jesús La Cruz. Ni los centros de adolescentes se escapan de la violencia carcelaria.

Un funcionario de la Dirección de Prisiones del Ministerio del Interior y Justicia, fue asesinado a tiros por un hombre que, al parecer, intentó despojarlo de su arma de reglamento, cuando se trasladaba por la calle Gran Colombia de Los Rosales, el pasado miércoles.

La víctima respondía al nombre de Darwin Gómez, de 25 años, cuyo cadáver fue localizado por sus familiares en la Morgue de Bello Monte, en horas de la mañana del pasado sábado. Se conoció que el funcionario era oriundo del estado Trujillo y estaba destacado en la cárcel de Yare, estado Miranda.

Cuarenta y ocho horas se cumplen desde que inició su huelga de hambre el sargento mayor del Ejército Carlos Manuel Carreño Muñoz, recluido en el Centro Nacional de Procesados Militares (Cenapromil), en Ramo Verde.

El interno dice que continuará en su acción de protesta hasta tanto reciba respuesta a sus peticiones y se respeten sus Derechos Humanos. «El derecho a la vida, a la integridad física y a la protección personal, son derechos y garantías fundamentales del ciudadano, que deben ser protegidos de toda amenaza que pueda vulnerarlos», dice el militar que lleva dos años interno en el centro de procesados militares de Los Teques.

El sargento mayor, quien cumple 22 años de servicio, fue trasladado a Ramo verde, luego de una orden presidencial donde se señalaba que ante el riesgo inminente de su vida en Tocuyito fuera trasladado a este penal.

Carreño Muñoz espera que los organismos que velan por la integridad y los derechos de los venezolanos actúen en su caso y se hagan eco de su acción de protesta, al señalar que su vida corre peligro a causa del cuadro de hipertensión que sufre.

La muerte del interno Daniel Leal en la Cárcel del Marite, ¿se pudo haber evitado por las autoridades que tienen responsabilidad de la integridad física de una población reclusa? Su madre expresó que «Desde hace dos meses Daniel me confesó que Semprún (ex policía regional) tenía dos granadas y que sólo esperaba la oportunidad para estallárselas y matarlo».

De ese atentado quedaron vivos dos internos que convivían con Leal y que ya están nuevamente en el Marite. Geraldin Paz, esposa de Yeison Yépez, precisó: «Cómo pudo ocurrir un ataque así, con granadas y demás, cuando había oficiales de la Brigada Especial de la Policía Regional requisando otros pabellones».

Humberto Prado
Coordinador del Observatorio Venezolano de Prisones

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