Por: Vladimir Aguilar Castro
“Hay que tener la modestia de reconocer
que el momento en que vivimos no es
ese momento único o súbito de la historia
a partir del cual todo se acaba y todo recomienza”.
Michel Foucault
Arriba Homo et Natura, organización no gubernamental venezolana avocada a la protección de los ecosistemas frágiles de la Sierra de Perijá y al acompañamiento a la resistencia de las culturas indígenas allí existentes, a 26 años de lucha ininterrumpida.
Generalmente las instituciones tienen que ver con mujeres y hombres.
Así como el pueblo Yukpa tiene que ver con Sabino, su firme guerrero en los momentos actuales, Homo et Natura lo es con Lusbi Portillo.
Los tiempos de encrucijada también lo son para las organizaciones.
Y hoy cuando Homo et Natura cumple 26 años, la encrucijada mayor ha sido la lucha por la libertad de Sabino, Olegario y Alexander, así como por la implementación de la jurisdicción indígena reconocida constitucionalmente.
Indiscutiblemente que en estos tiempos muchas cosas han quedado en el camino.
Antiguos aliados, principios, valores, rumbos y compromisos, se convierten en atajos y caminos cortos cuando el andar se transmuta en vacilación.
Homo et Natura nos ha mostrado, como en las cavilaciones de la política, que en 26 años no se vacila sino que se camina.
Es así como nos hemos identificado, en tanto Grupo de Investigación-Acción Universitaria, a lo largo de unos 5 años, con sus luchas y causas.
Homo et Natura ha sido una antorcha de luz en estas circunstancias en que muchos movimientos sociales han sucumbido a su secuestro por la revolución.
Convertidos en apéndices (chef de fil) del proceso, para luego ser aniquilados a través de la cooptación política, muchas organizaciones sociales proyectan su propia traición.
Junto a Homo et Natura, celebramos pues 26 años de apuestas y nos sumamos a lo que nos queda por transitar como lucha pendiente, en los tiempos que faltan por venir.
*Grupo de Trabajo sobre Asuntos Indígenas (GTAI)
Universidad de los Andes
05.05.2011 Aporrea