Marino AlvaradoLa principal industria del país tiene un comportamiento contradictorio en su obligación de preservar el ambiente. Por un lado adelanta procesos educativos orientados a crear conciencia en sectores de la población y de los trabajadores sobre la necesidad de cuidar el ambiente y además adelanta algunas iniciativas para disminuir la contaminación, pero por el otro, es un actor destacado en causar daños ambientales afectando principalmente los recursos hídricos del país. Dos iniciativas recientes dan muestra de su preocupación por la problemática. Actualmente se adelanta un proyecto para recuperar aceites lubricantes, para lo cual se construirá una planta en el estado Guárico con capacidad para procesar 40 mil toneladas anuales de aceites usados. Igualmente se trasladó vía marítima 400 toneladas de materiales y desechos contaminados con bifenilos policlorados (BPC) ampliamente utilizados como refrigerantes en transformadores eléctricos, desde el Puerto de Maracaibo hacia el Puerto de Roterdam, en Holanda, para su tratamiento y disposición final de acuerdo con estándares mundiales. En contraste, son constantes las denuncias que comunidades diversas en el territorio nacional y organizaciones que trabajan en la promoción y defensa del derecho al ambiente realizan contra la empresa petrolera por los derrames petroleros y otras sustancias químicas que afectan lagos, costas, ríos. Un monitoreo de estas denuncias nos indica que además de producir daños al ambiente, genera daños económicos y sociales a miles de familias, sobre todo aquellas que tienen como fuente de ingreso las labores de pesca y el turismo. Los derrames en el Lago de Maracaibo son los más conocidos, evidenciados por el Instituto para el Control y Conservación de la Cuenca del Lago de Maracaibo y por la población que vive en sus cercanías. Las playas del estado Anzoátegui también sufren las consecuencias de la falta de medidas eficientes para evitar derrames de crudo. En octubre de 2009 la bahía de Puerto Píritu fue clausurada durante varias semanas como consecuencia de altos niveles de contaminación por aceites y grasas. En ese mismo estado fue contaminado el morichal Pozo Hondo cerca de San Tomé. Provea constató las denuncias de las comunidades indígenas Kariñas de Tascabaña I y Tacabaña II sobre la contaminación del río del mismo nombre. Las playas del estado Carabobo sufrieron recientemente la contaminación en varias ocasiones de sustancias químicas procedentes de la refinería El Palito. La Bahía de Amuay en el estado Falcón sufrió en mayo del presente año el esparcimiento de gran cantidad de hidrocarburos que afectó la actividad turística y pesquera. La situación se torna preocupante si consideramos que en los Planes Estratégicos de Pdvsa para los próximos años se prevé duplicar la producción petrolera realizando nuevas inversiones tanto en la faja petrolífera del Orinoco, en el Golfo de Venezuela y en otra parte del territorio nacional. La empresa debe mejorar su capacidad de prevención de accidentes.

Tal Cual 08.10.2010

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