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A falta de estadísticas oficiales, diferentes sectores de la sociedad han levantado sus propias cifras para poder hacer un diagnóstico de la situación en materia de derechos humanos. No hay contraloría social o democracia participativa y protagónica posible si no se cuenta con la mejor información posible sobre las políticas públicas y sus resultados y efectos sobre el nivel de vida de la población.

Por eso ante la ausencia de datos por parte del Instituto Nacional de Estadística (INE) o los ministerios de alimentación o tierras sobre la realidad del acceso a los alimentos, uno agradece que se haya puesto a disposición pública un estudio con algunos números sobre el tema. La firma More Consulting realizó, entre los pasados 8 al 12 de agosto, una encuesta a 767 personas de todo el país, que han arrojado algunas conclusiones inquietantes.

La autodefinición de las personas consultadas sugiere un progresivo divorcio de la clase política del país. Si bien los opositores representaron el 31.4% y los oficialistas el 26.3% de la muestra, quienes se identifican con la etiqueta “no alineados” sumaron 42.2% del total. Por otro lado, sobre la filiación con los dos principales bandos en pugna, quienes optan por otra respuesta, en este caso “todos los políticos son iguales”, fueron mayoría con 43.4%. Además, a la pregunta “¿En su opinión, cual es la institución o bloque político que está haciendo un mayor esfuerzo por mejorar la emergencia nacional humanitaria? el ítem que obtuvo más selecciones fue “Ninguna” (34%), 14 puntos por encima de la siguiente: “La bancada de la oposición en la Asamblea Nacional”.

Un 85.3% ha respondido sí a la cuestión de si han sentido temor a quedarse sin comida en casa, lo cual reitera la incertidumbre en la cual viven las familias venezolanas en la actualidad. Sobre la calidad de la alimentación, el 27.8% de la muestra afirmó comer 3 veces al día una dieta optima (Proteínas de primer nivel, carbohidratos, vegetales y frutas). El grueso se ubicó en quienes ingieren 3 veces al día una dieta media y grave o porque comen dos veces al día de manera óptima o media. Por este tipo de dieta se entiende la alimentación compuesta por proteínas de segundo nivel (Vísceras, patas de pollo, sardinas, embutidos o huevos); Carbohidratos compuestos por yuca, ocumo y plátano, así como vegetales o frutas. Por último el 23.5% de la población estaría consumiendo alimentos dos veces al día una dieta grave (Sin proteínas; yuca, ocumo o plátano y vegetales y frutas) apenas 1 vez al día alguna de las tres dietas. El estudio desagregó datos para cada uno de estos tres grupos. El sector más vulnerable, 23.5% de la muestra, gana menos de 51 mil bolívares mensuales, votó mayoritariamente por Hugo Chávez (66.9%) en el 2012 pero hoy se define como no alineado (56.3%), seguido por opositor (30.7%). Esta pérdida de popularidad debería motivar reflexiones y rectificaciones a las autoridades.

Sobre las principales formas utilizadas para conseguir los alimentos el 51.5% respondió que a través de las redes de supermercados del sector privado, seguido por vendedores informales en 18.9%. Las redes de supermercados del sector público se ubicaron en tercer lugar, con 16%.

A la pregunta “¿Ha tenido que acostarse con hambre porque no hay suficiente comida en su hogar?” el 46.5% respondió de manera afirmativa. El 32.9% reconoció que ha dejado de acudir al trabajo por la misma razón, mientras que el 50.6% indicó que había dejado de asistir a su empleo para dedicarse a la búsqueda de alimentos.

A pesar de la campaña de desinformación estatal una amplia mayoría, el 91.8% está de acuerdo en que el país atraviesa una emergencia nacional de tipo humanitario por desabastecimiento de alimentos y medicinas. La opinión popular apunta, en un 46.8%, que el alto gobierno es el mayor obstáculo para mejorar la crisis del país.

Al enfocarse sobre la situación escolar, los entrevistados sumaron en 36.5% los que sus hijos, en edad escolar, comían 2 veces al día, mientras que un preocupante 10.2%, es decir 76 respuestas, expresaron que su hijo ingería alimentos una vez al día. En otra pregunta, “¿Su hijo o representado tuvo que dejar de ir algún día a la escuela porque no había suficiente comida en su hogar?”, quienes respondieron afirmativamente fueron el 38.1% del total. Además, el 57.8% expresó que había dejado de comer para darle esos alimentos a sus hijos o representados.

Si usted piensa que 767 personas no son suficientes para hacer una proyección de la situación del país, la alternativa es que el Estado, quien sí tiene la capacidad de hacer mediciones masivas, estudie la situación y ofrezca la fotografía de la realidad en materia de acceso a los alimentos. Es tiempo de tomar decisiones al respecto, pues muchos daños en materia de subnutrición y desnutrición, pueden ser irreversibles.

(*) Coordinador General de Provea