Si usted ha sido víctima, es familiar o amigo de alguien a quien se le han violado recientemente sus derechos humanos o ha sido testigo de irregularidades cometidas por funcionarios policiales y militares, hay una serie de recomendaciones que puede seguir si desea denunciar la situación y exigir castigos a los violadores.
Para ello hay claridad en la distinción entre “delitos” y “violaciones a los derechos humanos”. Los delitos son cometidos por particulares contra otros, y el Estado está en la obligación de investigar y sancionarlos.
Si el gobierno deja en impunidad los delitos denunciados y sólo los utiliza como herramienta propagandística, el sí se convertiría en violador del derecho humano del acceso a la justicia. En cambio, las violaciones a los derechos humanos son realizadas por funcionarios estatales contra particulares.
Los delitos contra los derechos humanos no prescriben. Además, la Constitución venezolana prohíbe que el argumento de cumplir “órdenes superiores”, la llamada “obediencia debida”, sea utilizado para evadir responsabilidades.
Cada policía, militar y guardia nacional que viole los derechos humanos debe ser castigado, pues hay leyes que especifican claramente agresiones y sanciones.
En junio de 2013 fue aprobada, con mucha propaganda, la Ley Especial para Prevenir y Sancionar la Tortura y otros Tratos Crueles, Inhumanos o Degradantes, que establece los siguientes delitos: Tortura: actos para ocasionar dolores o sufrimientos, físicos o mentales, con el fin de obtener información o confesión, de castigarla por un acto cometido, o de intimidar o coaccionar a esa persona o a otras, o por cualquier razón basada en cualquier tipo de discriminación, con castigo de 15 a 25 años de prisión; Trato cruel: Agresión o maltrato intencional a una persona, sometida o no a privación de libertad, con la finalidad de castigar o quebrantar la resistencia física o moral, generando sufrimiento o daño físico, con castigo de 13 a 23 años de prisión.
Trato inhumano o degradante: Agresión psicológica a otra persona, sometida o no a privación de libertad, ocasionándole temor, angustia, humillación; realice un grave ataque contra su dignidad, con la finalidad de castigar o quebrantar su voluntad o resistencia moral, lo que origina penas de prisión de 3 a 6 años de cárcel.
Estos son los pasos que sugerimos a la hora de denunciar violaciones a los derechos humanos:
1) Recopilación de pruebas y elementos incriminatorios: Las víctimas, sus familiares y testigos deben recoger la mayor cantidad de pruebas posibles sobre la agresión: Fotografías, videos, testimonios propios y de testigos sobre los hechos. Es importante en los relatos incluir la mayor cantidad de elementos, como el lugar, la hora aproximada de los hechos, el número de funcionarios involucrados, la institución policial o militar a la que pertenezcan, si se movilizaban en vehículos oficiales o no, etc. Recomendamos que los testimonios sean escritos o grabados en audio en el menor tiempo posible, para evitar que la memoria omita detalles que posteriormente puedan ser de utilidad. Mientras más evidencias puedan suministrarse, la denuncia será más contundente.
2) La denuncia ante la Fiscalía y la Defensoría del Pueblo: La denuncia debe agotar los mecanismos institucionales que están en la obligación de investigar los hechos. Aunque es importante la asesoría de especialistas, cualquier gestión ante los organismos competentes puede ser realizada por cualquier persona, siendo deber de los funcionarios orientar y facilitar los trámites ante el despacho que representan. Para ello hay que realizar una visita a la oficina local que corresponda y, además de entrevistarse con el funcionario, quien debe levantar un acta de la denuncia, hay que consignar una comunicación donde se informen los hechos y se exijan sanciones, que ellos deben recibir, firmándola y sellando una copia como “recibida”. Este documento es imprescindible para demostrar, si existe, la omisión de dichas oficinas si los casos son llevados a instancias internacionales.
3) La denuncia en medios de comunicación: Tras formalizar el caso en las instituciones, hay que hacer visibles las violaciones de derechos humanos para evitar que se repitan en terceros, sensibilizar a la opinión pública y presionar a los organismos encargados de las investigaciones y sanciones. En ocasiones, esta difusión estimula que otras personas que hayan sido víctimas de similares violaciones hagan sus propias denuncias. El uso de redes sociales es pertinente y recomendado. Sin embargo, es una decisión de cada quién, tras evaluar riesgos y consecuencias.
4) Denuncias ante ONGs de derechos humanos: Aunque no lleve la denuncia a medios de comunicación, es necesario que informe a las organizaciones defensoras tanto regionales como nacionales, quienes están capacitados a tomar todas las precauciones necesarias. Esto ayuda a que los expedientes sobre las violaciones tengan todos los respaldos posibles tanto para informes como para las denuncias ante instancias internacionales de protección a los DDHH.
(*) Coordinador de Investigación de Provea
www.derechos.org.ve
@fanzinero