No hace mucho leía en el Diario El Sol de Mendoza de Argentina, que la diputada de esa nación de nombre María Evangelina Godoy presentó un Proyecto de Ley sobre la Violencia Escolar para su país.
Y es que al parecer este es un tema que no solo afecta a este país, sino que es de escala mundial.
La violencia escolar está definida como la acción u omisión intencionalmente dañina ejercida entre miembros de la comunidad educativa (estudiantes, profesoras y profesores, padres y madres y personal subalterno), y que se produce dentro de los espacios físicos que le son propios a estas (instalaciones educativas), o bien en otros espacios directamente relacionados con la escuela.
La violencia escolar es cualquier tipo de agresión que se da en contextos escolares. Puede ir dirigida hacia alumnas, alumnos, profesores y profesoras o propiedades de la institución educativa.
En Venezuela en los últimos tiempos hemos tenido fuertes experiencias de violencia escolar; se podría tomar como ejemplo el caso del joven que asesinó a una estudiante en el liceo Andrés Bello con un arma de fuego, ocurrido el 9 de enero de este año.
Este caso nos da un clara visión de la ferocidad que se vive en las instituciones escolares de nuestro país.
El ensañamiento en estos espacios va desde el maltrato que viven los educandos y educandas por otros compañeros y compañeras, profesores y profesoras hasta alumnos a maestros, pues esta situación ha llegado al punto en que los niños, niñas y adolescentes han perdido el respeto por sus docentes e incluso los amenazan y en algunos casos cumplen las promesas.
Uno de los fenómenos que está tomando auge en las escuelas es el del bullying o acoso escolar, que es la vejación física y psicológica que enfrenta la persona de forma reiterada en un tiempo determinado y que se da en el ámbito formativo.
Es necesario que las autoridades tomen cartas en el asunto y atiendan este problema que cada vez se acrecienta más en nuestra sociedad.
Es el momento de darnos cuenta de que estos hechos están perjudicando el sano desenvolvimiento de los planteles de nuestro país y que se debe hacer un plan nacional de concientización en las escuelas sobre temas como la convivencia escolar y la resolución pacífica de conflictos a través del diálogo.
En el debate de estos temas es necesaria la intervención de autoridades escolares, docentes, alumnos, alumnas, padres y madres, puesto que todos estos actores son importantes en el abordaje de esta problemática.
La Red de Apoyo es una organización que promueve y defiende los derechos humanos, y desde hace varios años ha trabajado en asuntos concernientes a la cultura de paz.
Sin embargo, lo que se requiere es un plan gubernamental que llegue a todas las instituciones educativas de manera que disminuyan los índices de atropello en general y en particular para así poder disfrutar de espacios educativos donde prevalezca la convivencia de la paz, el respeto a la diversidad, el conocimiento y los valores materializados en buenas prácticas educativas.