La Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de Seguridad Ciudadana procura determinar la tasa delictiva en todo el país, en las ciudades según su tamaño y en la frontera, para los delitos de homicidio, lesiones personales, amenaza, abuso sexual, robo, hurto, secuestro, extorsión, corrupción y estafa.
La información se refiere al año comprendido entre julio de 2008 y julio de 2009 y se recogió entre agosto y noviembre de 2009. La muestra fue de 20.055 viviendas y la no respuesta de 8,21%.
La expansión de los datos permite estimar el número probable de hechos que ocurrieron para la mitad del periodo, enero de 2009, asumiendo que la muestra de población es representativa y que el coeficiente de variación es bajo.
Coeficientes hasta 15% hacen la estimación aceptable y por arriba de 20% las cifras son referenciales, pues el número real podría ser significativamente menor o mayor. Desde el punto de vista criminológico, lo relevante es la tasa y su variación en el tiempo, no el número de hechos probablemente ocurridos.
Se registró un aumento en las tasas por 100.000 habitantes en relación a los datos de la Encuesta de 2006 para homicidio (75 vs 50), robo (5.076 vs 3.882), secuestro (95 vs 38), extorsión (71 vs 54) y estafa (387 vs 203). Hubo disminución para amenazas (482 vs 889), lesiones personales (272 vs 435), hurto (1.734 vs 2.058), abuso sexual (33 vs 92) y corrupción (175 vs 1.211). Los datos más confiables, con CV entre 2% y 13%, son para robos, hurtos, lesiones, amenazas y estafas.
El homicidio registra un CV de 22%. Las tasas para Caracas son: homicidio 233, lesiones personales 429, abuso sexual 43, robo 8.951, secuestro 203 y hurto 2.020, pcmh, lo cual indica que la capital concentra la mayor parte de los casos de violencia delictiva a nivel nacional y es responsable del incremento significativo de la tasa nacional de homicidios.
En los estados fronterizos del oeste se observan disminuciones, en comparación con el resto del país, de las tasas de homicidio (-50%), lesiones (-20%), robo (-14%), secuestro (-60%) y extorsión (-15%), aunque hay aumentos en abuso sexual (+ 83%), corrupción (+ 66%) y hurtos (+ 5%). El índice de denuncia es de 31%, equivalente al de 2006.
Los más denunciados son los homicidios 84%, los menos la estafa 21% y la corrupción 2%. Las principales razones para denunciar son: el deber de hacerlo 9% y para detener o castigar al delincuente 7%. Para no denunciar, que no se haría nada 27% y que no se tomaría la denuncia 11%. El temor a represalias ha disminuido en 5 puntos porcentuales comparado con los datos de 2006. Solo 18% de las víctimas manifiestan haber recibido apoyo institucional después de haberse cometido el delito, y en ningún caso este porcentaje supera el 45% para los hechos graves, como el homicidio, el secuestro y los abusos sexuales, siendo extremadamente bajo para la corrupción (1%), el hurto (11%), la estafa (17%) e incluso el robo (19%). No más del 15% del total de la población menciona como apropiado el apoyo recibido, si bien la no respuesta a esta pregunta resultó muy elevada (82%).
Luis Gerardo Gabaldón. 05.11.10
Fuente: Grupo de Investigación Social Sigli XXI