Franklin Brito continúa en terapia intensiva, bajo un delicado estado de salud. El productor agropecuario permanece recluido contra su voluntad en el Hospital Militar de Caracas, sin recibir cuidados por parte de algún médico.
«Todavía permanece en huelga de hambre y sed, firmó un acuerdo con el director del hospital, donde éste se comprometía a pasarlo a la habitación si le era aplicado suero y mi papá accedió, pero después que firmaron, el acuerdo no fue cumplido», declaró Ángela Brito, hija del productor.
Los familiares de Brito exigen que sea traslado a la Cruz Roja Venezolana. Aseguran que en esta organización recibirá un mejor trato. Así mismo, piden una postura más firme por parte de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos.
La esposa del biólogo de 49 años, Elena Rodríguez, aseguró que Brito «no quiere morir, solo quiere llegar hasta el final de su causa» que, según indicó la mujer, «simboliza los abusos que están siendo cometidos contra los Derechos Humanos en Venezuela». (La Verdad, 02.06.10)
Amnistía Internacional: “Cuando la justicia no funciona se recurre a otros mecanismos”
Amnistía Internacional (AI) apuntó que el caso del empresario ilustra los obstáculos que existen en Venezuela para acceder al sistema de administración de justicia, lo que a su vez evidencia la violación continua de Derechos Humanos en el país.
«El caso del señor Brito se ha convertido en una denuncia general sobre una violación generalizada de los Derechos Humanos», dijo el coordinador de la organización en Venezuela, Carlos Lusverti.
AI señaló que la denuncia del productor agropecuario pone de manifiesto «el grado de debilidad institucional de un país donde los mecanismos de acceso a la justicia no funcionan y se tiene que recurrir a mecanismos» como la huelga de hambre. (Reuters, 02.06.10)