El Estado venezolano pasa por el escáner de la comunidad internacional que evaluará la realidad de los derechos humanos en el país.

Leonardo Suárez Montoya  [email protected]

7 de octubre, no de 2012, sino de 2011. No son las elecciones presidenciales para ratificar una visión de país o para cambiarla. Mañana presenta el Estado venezolano el primer Examen Periódico Universal que evaluará el desempeño gubernamental de los compromisos que ha asumido en derechos humanos (DDHH).

Paraguay, uno de los miembros del Mercosur, recordó el martes que uno de los requisitos para ingresar en este organismo es el respeto a los DDHH.

Pusieron por ejemplo la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y la inhabilitación de Leopoldo López, quien no en vano, de visita por Brasil -otro miembro del Mercosur-, remarcó el silencio del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) sobre si el Gobierno acataría o no la decisión de órgano internacional.

Chávez advierte que Venezuela dará “la batalla”. El informe que preparó el gobierno -traducido en los seis idiomas de la ONU- advierte que hay campañas mediática e internacional en contra del país. Desde Ginebra, Suiza, AVN reseña las palabras del canciller Nicolás Maduro:

“Venimos a decir y a defender la verdad de una Venezuela que está viviendo un renacimiento. A partir del proceso constituyente convocado por el presidente, Hugo Chávez, en el año 1999, hemos vivido un proceso para superar las rémoras históricas del estado colonial que se impuso durante 500 años en Venezuela”.

Además del ministro para las Relaciones Exteriores, la delegación de Venezuela está compuesta por la presidenta del TSJ, la fiscal de la República; la ministra para Asuntos Indígenas y el titular de la cartera para Relaciones Interiores y Justicia.

Triple visión

“El examen es muy sui géneris. No es para aprobar o reprobar. Es para evaluar la situación real de los DDHH en Venezuela”, afirma el profesor de Derecho Internacional en la UCAB Guayana, Omar Hernández.

Explica que el examen consiste no en uno, sino en el cotejo de tres informes presentados en el Consejo de Derechos Humanos, de la ONU. El primero de ellos corresponde al elaborado por el gobierno; el segundo, a la relatoría propia de la ONU; y el tercero a la visión de las organizaciones no gubernamentales (ONG).

“Esta triangulación de fuentes no necesariamente coincidirá. Ése es el valor agregado del EPU”, comenta Hernández.

Hay órganos del Consejo de Derechos Humanos a los que pertenece Venezuela. Entre ellos, los comités de Derechos Civiles y Políticos, de Derechos Culturales, de Derechos del Niño y que en su historia “han elaborado informes sobre Venezuela y la ONU lo que hace es compilar toda esa información, mas no suele opinar sobre eso”.

“Obviamente el Estado venezolano -como cualquier otro país- siempre tendrá su visión particular y planteará de la manera más ideal posible la situación de los DDHH. La ONU, que es el receptáculo de las denuncias internacionales, tendrá una visión más neutra, más cautelosa. Y las ONG tendrán -como ocurre en casi 100 por ciento de los casos- una perspectiva antagónica a la posición de los Estados”.

El experto aclara que la ONU, al ser neutra, busca no desviar la mirada de algunos temas, sino servir de balance entre el Estado y la sociedad civil, quien debió participar -acota Hernández- en la elaboración del informe del gobierno.

Sugerencias obligantes

El debate será “intenso”, prevé Hernández. “De lo contrario el gobierno no hubiese escogido la delegación que escogió. Las ONG han ido haciendo lobby precisamente para dar a conocer su visión”.

Añade el especialista en DDHH, que al final de la evaluación el Consejo emitirá unas recomendaciones para el Estado venezolano, que a diferencia de otros órganos de la ONU, éstas deben ser aceptadas por el Gobierno.

Esto tiene particular importancia, porque -como explica Hernández- en la próxima evaluación, Venezuela deberá dar razón de las recomendaciones que aceptó durante esta evaluación.

“El examen no es inquisitorio, ni el resultado es aprobado o reprobado. Pero uno puede deducir que si hay una gran cantidad de recomendaciones, es porque la situación de los DDHH no está tan buena (en Venezuela). Con Irán hubo mucha polémica porque no quiso aceptar casi ninguna de las recomendaciones”.

En la ONU hay dos órganos que tienen potestad ejecutiva. Los dos se llaman Consejo, uno de Seguridad y otro de Derechos Humanos. Al plantearle por qué el verbo es recomendar y no ordenar, Hernández dilucida que en principio este órgano (de Derechos Humanos) “quería aludir a un carácter más ejecutivo, más sancionatorio, más coercitivo”.

“La práctica es que ni la Asamblea General ni el propio Consejo (de Derechos Humanos) tiene la autoridad para sancionar a nadie. Ahora, por el carácter sofisticado, inclusivo y universal del examen la imagen del país queda muy entredicha si no acata las recomendaciones”.

“No es lo mismo ignorar la decisión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que las recomendaciones de un órgano internacional compuesto por 48 países que representan a la totalidad de la humanidad. A Venezuela no le conviene quedar aislada internacionalmente”.

Examen Periódico Universal

El internacionalista explica que se trata de una evaluación sobre las políticas en DDHH de un Estado miembro de la ONU.

“Es universal porque a la extinta Comisión de Derechos Humanos, de la ONU, se le criticaba el carácter selectivo de hacer evaluaciones a algunos Estados. Se hablaba de politización de la Comisión y que sólo discutía situaciones en países según los intereses de los Estados Miembros. Cuando se hizo la reforma en 2005 y se crea el Consejo (de Derechos Humanos) viene el carácter de universalidad: todo el mundo será objeto del mismo examen”, destaca Hernández.

Además es periódico, porque los Estados pasarán por el mismo proceso de revisión cada cuatro años. (Conflictove, 06.10.11)

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