Los hombres y mujeres conquistaron con sus luchas muchos derechos humanos a lo largo de la historia de la humanidad. Instituciones como la esclavitud, consideradas como «naturales» en algún momento, hoy son vistas como cosas abominables y a nadie se le ocurriría decir que «Dios lo quiso así». Hoy se considera que el derecho a la paz es también un derecho humano que tiene su base en que todas las personas podamos gozar de todos los derechos consagrados en la Declaración Universal de Derechos Humanos.
En este momento difícil por el que está atravesando Venezuela, todos y cada uno de nosotros podemos hacer algo a favor de la paz. Muchas venezolanas y venezolanos están enviando gestos importantes a todo el país, que es necesario reproducir a lo largo y a lo ancho del territorio. Uno de estos gestos es pensar, sentir y vivir que todo aquel que piense distinto a nosotros no es un enemigo al que hay que aplastar sino un adversario con el cual puedo interactuar políticamente. Las amigas que se reconocieron en una autopista desde grupos opuestos y sin embargo pudieron abrazarse; los partidos de futbolito que disputaron durante un lapso miembros de dos grupos que estaban ejerciendo su derecho a la manifestación; el darse la mano después de una manifestación de signos opuestos en lugar de agredirse con objetos contundentes, son algunos de estas actitudes que es necesario seguir produciendo y replicando. Por el contrario, negar al que piensa o vive diferente a uno, y agredirlo en una escala que puede llegar hasta quitarle la vida, sólo traerá más dolor e injusticias que nos seguirá afectando a todos, sin distingos. Trabajar por la paz no significa negar que el conflicto exista, que sea profundo, que es difícil. Significa que es posible resolverlo sin aniquilar al otro. El derecho a la paz pasa también por exigirle a los líderes que reconozcamos como tales, que sean consecuentes también con esta conducta y que hagan los mayores y mejores esfuerzos para que la justicia y la paz tengan un lugar cada vez más grande en Venezuela.
Provea se despide hasta el año que viene, en el que continuaremos trabajando y comunicándonos con ustedes, para trabajar en pos de nuestro lema institucional: «Todos los derechos para todos».
Prensa Provea, 27.12.02