Para reducir las posibilidades de la confrontación entre las naciones la comunidad internacional está dotada de diversos instrumentos para resolver los conflictos a través de la negociación.
En este sentido, la declaración unilateral de guerra contra Irak por parte de los Estados Unidos y sus aliados vulnera los principios de la Carta de las Naciones Unidas y las resoluciones del Consejo de Seguridad que intentaron resolver el conflicto iraquí a través de la negociación, colocando a estos gobiernos al margen del Estado de Derecho Internacional y debilitando a la ONU.
Esta guerra afecta directamente al pueblo iraquí que, además, viene de sufrir, las consecuencias de un régimen que desconoce sus más elementales derechos.
Esta guerra es ilegal, es antidemocrática y no tiene justificación alguna. Menos aún cuando existen intereses económicos que la sustentan. Sin embargo, Estados Unidos trata de justificarla invocando la restitución de los derechos humanos, la libertad y la paz para el pueblo iraquí con un método totalmente contrario a estos principios: la guerra.
Luego de dos semanas de bombardeos, a pesar del bloqueo informativo, a diario conocemos las cifras de civiles muertos y heridos. También se está destruyendo parte del patrimonio cultural de la humanidad por el bombardeo a una de las cunas de la civilización, en síntesis es una violación descarada a todos los derechos humanos.
Prensa Provea, 03.04.03








