La juventud sin duda ha sido el talón de Aquiles de este Gobierno. En estos momentos, los niños y jóvenes venezolanos pudieran convertirse en «manada» de soldados y dependientes de una sola ideología: La revolucionaria.
El mismo día que estudiantes universitarios ocupaban la atención de todo el país al coserse sus labios para exigir presupuesto digno para sus casas de estudios, puertas adentro, el Ejecutivo le daba luz verde a la resolución 017621, publicada en Gaceta Oficial del 26 de marzo, donde se aprobaba el nuevo Plan Integral de Educación Militar de la Fuerza Armada Nacional, el cual impone la Educación para la Defensa Integral como eje integrador del Sistema Educativo Nacional.
Con ello, la Milicia Nacional Bolivariana tiene desde ahora toda la autorización para entrar a las aulas de clase desde primer grado hasta la universidad.
Y es que el decreto establece literalmente «la implementación de la Educación para la Defensa Integral por parte de la Milicia Bolivariana, a los fines de garantizar el cumplimiento de su misión, la cual está orientada al entrenamiento, preparación y organización del pueblo para la defensa integral de la nación».
«Esta es una provocación que no puede ser tolerada. El llamado debe ser a impedir a que la milicia tome los colegios, la mente y el corazón de nuestros hijos, porque los venezolanos no tenemos la obligación de la defensa militar de la nación, ese es un trabajo exclusivo de la Fuerza Armada», sostiene la presidenta de la organización Control Ciudadano, Rocío San Miguel, quien además explica la insistencia del presidente Hugo Chávez de querer imponer la militarización de la sociedad por encima de todo.
«Chávez no se conforma con reformar por cuarta vez la Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (LOFANB), donde legaliza y le da estructura jerárquica a la milicia, sino que además hace que el Ministerio de la Defensa promueva un plan educativo que busca ideologizar a nuestros hijos», resalta la experta.
La misma enmienda de la LOFANB lo deja claro en su presentación: «Lograr la mayor eficacia política y calidad revolucionaria en la construcción del socialismo». El comandante no se detiene en su afán de aplicar su proyecto de país.
Que desde este momento la educación castrense trascienda los cuarteles y se instale en todas las aulas en voz de un grupo de civiles sin experiencia militar, es analizado como una violación a la Constitución y a la soberanía popular.
El general retirado, Carlos Peñaloza, recuerda que ese modelo fue rechazado en el 2007 por la mayoría venezolana. «Chávez lo que está es tratando de intimidar. La FANB está sintiendo que al Presidente no le está yendo muy bien y a él no le queda más que vender la intimidación, como la única fuerza que queda para mantener a la gente unida».
La nueva mentalidad
De acuerdo a este Plan Integral de Educación Militar de la Fuerza Armada Nacional, «la Milicia Bolivariana elaborará los programas y planes educativos, basados en los principios y fundamentos para la defensa integral, conforme a las políticas emitidas por el sector defensa y el Nuevo Pensamiento Militar Venezolano».
Tomando en cuenta de que los milicianos podrán ser cualquier persona seguidora del proyecto político del presidente Chávez, el riesgo que presentan los analistas viene dado por la interacción que este grupo militar pueda tener con los niños y jóvenes dentro de los recintos educativos.
«Los milicianos territoriales ni siquiera hace falta que sean venezolanos y los grupos combatientes son trabajadores de la administración pública. Sin instrucción ni preparación de ninguna naturaleza, van a estar interactuando con nuestros hijos de lo que ellos interpretan de la guerra popular prolongada y el fortalecimiento de la revolución, entre otras cosas», es lo que señala San Miguel.
Mientras que para el filósofo y articulista del diario Tal Cual, Fernando Rodríguez, el «Nuevo Pensamiento Militar Venezolano» se impartirá solo para la defensa del primer mandatario y sus enemigos externos e internos: «Se identifica la tarea patriótica con los objetivos del PSUV».
Y es que además este plan educativo está inspirado en el famoso árbol de las tres raíces (Simón Bolívar, Simón Rodríguez y Ezequiel Zamora), que ha servido de base ideológica para el partido de Gobierno.
«Esto forma parte del proceso de politización de la FAN, del intento por implantar una tendencia político partidista de la organización militar venezolana», concuerda la portavoz de Control Ciudadano.
Intromisión salvaje
Para el profesor de la Universidad Católica Andrés Bello y directivo de la Asamblea de Educación, Leonardo Carvajal, la reciente resolución del Ministerio de la Defensa viene a invadir los salones de clase sin previa consulta.
«Es totalmente inaceptable que el ministro de la Defensa pretenda pasar por encima de la Constitución y la Ley Orgánica de Educación. El ministro de los militares no puede imponer que la educación para la defensa integral sea el eje integrador del sistema educativo. Esa visión es propia de regímenes militaristas», sentenció el docente, para quien además este modelo de milicias puertas adentro de los planteles es una copia de la «Alemania nazi» en el siglo pasado.
«Es una intromisión salvaje», alega. Rechaza que un personal armado, sin ningún tipo de experiencia ni calificación académica en el área docente, entre al sistema educativo a hablar de socialismo y revolución a los muchachos.
Insta a la unión de los gremios educativos para hacer frente a una nueva imposición por parte del Gobierno nacional. «Que sea la milicia bolivariana la que elabore los programas y planes educativos, basados en los principios de la defensa integral y que, de ñapa, entrene a nuestros niños, adolescentes y universitarios. Hay que hacerse respetar».
Y le recuerda su función al presidente Chávez: «Los jerarcas militares tienen derecho a decidir cómo forman a sus soldados y oficiales en sus cuarteles y academias, pero no tienen ninguna atribución teórica, pedagógica, gerencial, curricular y laboral con respecto a las aulas donde diez millones de civiles se forman».
Primero fueron los cubanos
La injerencia en el sistema nacional educativo por parte del gobierno de Hugo Chávez no es nueva. En el 2009, las diferentes zonas educativas del país debieron dejar entrar a sus instituciones a un asesor cubano por región, que según lo planteó el Ministerio de Educación en esa oportunidad, lo hacían «consustanciados en la formación sociopolítica, que garantice la transformación en lo que respecta a la supervisión educativa». Padres y representantes, docentes, y gremios educativos denunciaron que grupos extranjeros impartían charlas periódicas sobre el modelo educativo de Cuba.
Instrucción premilitar desvirtuada
Desde 1980, el Ministerio de Educación junto al Ministerio de la Defensa establecieron el convenio de ofrecer instrucción premilitar obligatoria a los alumnos sólo de los dos últimos años de educación secundaria o su equivalente. La Ley de Conscripción Militar dejaba entonces señalado que tanto el Ministerio de la Defensa como el de Educación, coordinarían en conjunto los programas que ofrecerían a los estudiantes, mientras que le dejaba la potestad al Ministerio de la Defensa a nombrar a los instructores militares