Tras las reiteradas denuncias acerca de la contaminación de agua producto de emanaciones de gas metano en su territorio, Provea se trasladó recientemente a las comunidades Tascabaña I y Tascabaña II, en el estado Anzoátegui, para corroborar los diferentes señalamientos.
Desde el año 2000 los Kariñas notaron que del río Tascabaña empezaron a emanar torrentes de burbujas, que con el paso del tiempo se hicieron más fuertes. En el año 2008, ante la gravedad de la situación, realizaron las primeras denuncias a los medios de comunicación. En un reportaje publicado por el diario regional El Tiempo, el por entonces gobernador indígena de Tascabaña Neptalí Tamanaico declaró: “En el río comenzaron a verse cuatro puntos. Se observaban burbujas como cuando uno pone a hervir caraotas, pero ahora son incontables y las bombitas tienen más presión. Cuando hicimos el primer alerta, la situación no estaba tan grave”.
El origen de las emanaciones de gas no está claro. Una versión, repetida por los voceros de PDVSA gas, afirma que ellos han heredado un problema “que no es suyo”, debido a que las emanaciones son el legado de alrededor de 35 pozos perforados en la zona por las compañías Exxon Mobil y Texaco, algunos de ellos en el año1948. Por otra parte el edil indígena Benito Machuca declaró, en un medio regional, que el origen del problema data del año 1999, cuando PDVSA perforó un pozo petrolero cerca de la comunidad, los cuales fueron seguidos de otros más que fueron sellados posteriormente, pero que comenzaron a filtrar el gas metano. Por su parte el presidente del Parlamento Indígena, José Poyo indicó que no ha dejado de trabajar en este caso. Indicó que Pdvsa ya empezó a actuar y está realizando investigaciones, para verificar el sitio exacto de donde proviene la fuga de gas. Señaló que tienen en proyecto llevarle agua por tuberías a la comunidad, desde otro lugar.
Las emanaciones son claramente visibles en diferentes puntos del río Tascabaña, el cual surte de agua a diferentes comunidades, tanto para su consumo como para el uso en la siembra de las pequeñas parcelas, o conucos, base de la subsistencia Kariña. PDVSA los ha instruido acerca de sólo utilizar dicha agua para lavar, pero diferentes miembros de la comunidad aseguran que la fauna silvestre ha sido afectada por la contaminación, además de tener que abandonar las siembreas que realizaban en las laderas del río.
Zail Martínez, gobernador de Tascabaña I recordó cuando años atrás PDVSA habia promovido la realización de mesas de trabajo para abordar el problema, las cuales no se han vuelto a realizar. La compañía estatal se comprometió a canalizar obras sociales para la comunidad, tras lo cual han venido construyendo canchas deportivas y un ambulatorio, además de renovar el tendido de electricidad e instalar tanques de agua en las viviendas, los cuales son surtidos por un camión cisterna. Sin embargo, no han solucionado el problema de las emanaciones, ni han divulgado los informes técnicos y de impacto ambiental que describan la profundidad y extensión de la contaminación. Por ello, solicita a las autoridades que realice una mesa de trabajo en donde expliquen con claridad las causas y consecuencias del brote de gas. Por su parte Javier Martínez, gobernador de Tascabaña II reclama que su comunidad, que también es afectada, sea incluida en las conversaciones y beneficios de las políticas sociales. Asimismo, planteó varias demandas: La primera es solucionar el problema de la contaminación de aguas. La segunda tiene que ver con la propia sequía de los morichales, para lo cual considera que PDVSA debe desarrollar una política y pagarle indemnizaciones a la comunidad, o en su defecto instalar sistemas de riego y perforar más pozos de agua. Por último, exigió que la estatal realice una mejor supervisión de los trabajos realizados dentro de los territorios indígenas, tales como la limpieza de los pozos perforados.
Diferentes personas que solicitaron no ser identificadas, expresaron a Provea que tras la última denuncia realizada por la comunidad a los medios regionales, fueron visitados por representantes de PDVSA quienes les reclamaron que hayan visibilizado la problemática en «medios golpistas», insinuándoles que por ello eran «traidores» y «escuálidos», y que pudieran perder los beneficios que la compañía les habia venido otorgando en los últimos años.
Provea solicita tanto a la compañía estatal de petróleos como a las autoridades regionales del estado Anzoátegui la realización y divulgación de los estudios de impacto ambiental que determinen las consecuencias, tanto para la flora y fauna como para las comunidades, de las emanaciones incontroladas de gas metano en Tascabaña. Asimismo, les recuerda que el derecho a la libertad de expresión e información se encuentra garantizado en la Carta Magna, por lo que cualquier acto de retaliación por el ejercicio de este derecho es inconstitucional y constituye un atentado tanto al derecho de los pueblos indígenas como al derecho a un ambiente sano.