En octubre del año pasado la empresa que estaba remodelando la escuela del caserío San Pablo, abandonó los trabajos, sin que nadie sepa, hasta ahora, cuando volverán a ser reanudados.
En vista de las circunstancia los escolares debieron irse a una casa que les prestaron, a cuatro kilómetros del lugar, lo que ha traído como consecuencia que los niños y niñas deben hacer un esfuerzo mayor para llegar a su sitio de estudios, denunció uno de los habitantes del lugar, Julio Marinelli.
Marinelli comentó que un poco antes de que la gobernación emprendiera trabajos de rehabilitación, la Alcaldía de Miranda había procedido a mejorar las condiciones de los baños, hacer reparaciones menores y a construir la cerca perimetral con alfajol, pero como a los del Ejecutivo regional no les gustó, la echaron abajo. “Lo que nos han dicho es que los trabajos los dejaron sin concluir porque no consiguen el material para elaborar el tipo de cerca que ellos quieren”.
Lo que nadie se explica fueron las razones que tuvieron los representantes del gobierno regional para tumbar la cerca que estaba en buenas condiciones y recién instalada, para después abandonar las labores, poniendo como excusa que no consiguen los materiales para hacerla como la que ellos querían. A parte de la cerca estaban ampliando las ventanas para mejorar la entrada de luz a los salones. (EC;27.07.2010)