En el Estado Lara, los habitantes de la parroquia Tintorero, municipio Jiménez, han tenido que acostumbrarse a vivir sin los servicios públicos que la Constitución le garantizar a todos los ciudadanos, sin discriminar si residen en grandes ciudades o en pequeños caseríos.

Más de 300 familias que viven en La Costa, vía hacia San Miguel están cansadas de pedir a los organismos oficiales que les atiendan sus necesidades, pero hasta el momento sus peticiones no han sido atendidas.

Para comenzar, las calles del poblado están convertidas en ríos de aguas negras. Como no existe red de cloacas a las familias no les queda más remedio que lanzarlas a la vía pública.

«No nos dejan construir pozos sépticos o sumideros bajo amenaza de mandarnos presos, pero nosotros nos preguntamos, ¿es que pretenden que nos tomemos las porquerías?», manifestó Rafael Mendoza, uno de los vecinos mientras señalaba el río de aguas negras que corre permanentemente frente a su vivienda.

Los vecinos coincidieron en un llamado al alcalde del municipio Jiménez, Luis Plaza, para que gestione ante el organismo correspondiente la instalación de la red de cloacas para La Costa.

Otra situación que se presenta en el caserío es el suministro de agua, que no es permanente pues apenas reciben el vital liquido tres veces por semana y solamente hasta la cinco de la tarde; lo cual los obliga a tener tanques de agua donde se pueden reproducir los zancudos.

«Lo ideal sería que nos llegara todos los días, como ocurre en las ciudades porque como está pasando indica que nosotros somos venezolanos de segunda», precisó Mendoza.

También llevan exigiendo atención al ambulatorio, donde nunca han contado con la presencia de un médico.  Rosa López que además de ser enfermera es miembro del consejo comunal,  aclara que «Si lo hubo, hace muchos años, pero se fue y no volvió otro».

Rosa López también está preocupada por el abandono en el cual está sumida la plaza de La Costa, donde se esperaba rendirían honores al Libertador Simón Bolívar.

En la Alcaldía de Jiménez nunca se han preocupado por su mantenimiento y en la actualidad se encuentra abandonada, además las lámparas, que nunca recibieron corriente, han sido destrozadas por los antisociales.

Rosa López llama a todos sus vecinos a unirse para luchar por las mejoras para el pueblo y que se hagan efectivos todos los proyectos pendientes, entre ellos el de vivienda que ya fue aprobado por el Ministerio y sólo espera se las construyan.

«El proyecto es por 76 casas, en la entrada, y el Ministerio nos aprobó 50, pero debemos unirnos para que se hagan realidad», manifestó.

En general, en La Costa, pese a que hasta ahora no les han tomado en cuenta en la Alcaldía de Jiménez ni en la Gobernación de Lara, aún tienen algo de esperanza de que estos meses, con motivo de la campaña electoral, los visiten, pero no con promesas y sí con hechos.

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