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El efectivo de las Fapet, José Hernández fue declarado culpable por el crimen de Robert Durán. La Fiscalía 9na del Ministerio Público batalló hasta el final para demostrar la responsabilidad de los hechos

El policía José Gregorio Hernández Marchán, fue condenado a 17 años de prisión al ser declarado culpable del asesinato del adolescente, de 17 años, Robert Antonio Durán. El Tribunal de Juicio 4º de Trujillo dictó la sentencia condenatoria por la tarde de ayer tras 50 días de intenso debate oral y público.

Una fuente ligada al caso dijo a Diario de Los Andes que el efectivo, adscrito a las Fapet, fue acusado por la Fiscalía 9na del Ministerio Público (MP) por la comisión del hecho punible de homicidio intencional calificado. El policía permanecerá recluido en el retén de Trujillo, mientras que un Tribunal de Ejecución lo envía a la cárcel.

El juicio oral y público inició el 4 de octubre, y tras la evacuación de pruebas y entrevistas de testigos, el policía no tuvo escapatoria; su defensa no logró contrarrestar los argumentos de la representación fiscal, siendo condenado a 204 meses de prisión. Hasta el 2027 permanecerá tras las rejas, indicó.

De acuerdo a los hechos, una comisión policial estaba de patrullaje en el sector El Pensil del municipio Escuque, por la noche del 13 de enero de 2008, cuando en una situación irregular el prenombrado hizo un uso indebido de su arma de reglamento y disparó, logrando impactar por la espalda al adolescente, estudiante del Liceo de Sabana Libre.

Por las características del caso, el Fiscal 9no del MP, Rafael Salas, en procura de la administración de justicia luchó contra los obstáculos, y posibles tácticas dilatorias, y logró dictaminar la verdad de los hechos ante el Tribunal de Juicio 4º de Trujillo, que cumpliendo con la legislación venezolana dictó la sentencia.

Agradecimiento

La madre del adolescente agradeció a la Fiscalía 9na por su impecable papel en demostrar la culpabilidad del policía, y al Tribunal de Juicio 4º por su agudeza en la interpretación de la ley, y la correcta aplicación de justicia. «Sé que la condena del asesino, no revivirá a mi hijo, pero el autor pagará su error», dijo Darmelín Durán.

(Jonathan Segovia, Diario de Los Andes, 25.11.2010, http://diariodelosandes.com/content/view/137996/105888/)

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